Teniendo en cuenta que hoy es el día de los Santos Inocentes y que a nadie le gusta que le tomen el pelo y menos en algo tan importante en la compra de su vivienda, desde Calibe Asesores Inmobiliarios queremos daros hoy unos breves consejos sobre cuáles son los aspectos más importantes en los que debéis fijaros para que la compra de esa vivienda que estás buscando no se convierta en una inocentada inmobiliaria que os haga perder tiempo, dinero e ilusión.
Por supuesto, el consejo más importante que podemos daros es que contéis siempre con la ayuda de profesionales del sector como nosotros, porque conocemos y tenemos experiencia en el mercado inmobiliario y en transacciones de compra y venta de inmuebles lo que os permite liberaros de determinados aspectos que, para un particular, pueden ser especialmente complejos.
En realidad, hay dos aspectos principales a comprobar, aunque engloban muchas cosas: la documentación referida a la propiedad y el estado general de la misma.
TODOS LOS PAPELES EN ORDEN.
Hablábamos hace unas semanas sobre las estafas inmobiliarias y una de las estafas más comunes que destacábamos era aquella donde la propiedad vendida no pertenecía al vendedor así que, sí, lo primero que hay que comprobar es que la vivienda tenga todos los papeles en orden y quién dice ser su propietario efectivamente lo sea para no llevarnos después una sorpresa.
Dentro de toda la documentación que hay que obtener y revisar a la hora de comprar una vivienda, estaría la nota simple, que es la que nos va a permitir comprobar de quien es la propiedad del inmueble, que, como hemos dicho antes, es algo esencial.
También hay que tener la certeza de si la vivienda está libre o no de cargas hipotecarias, algo de lo que, en la firma de la hipoteca, suele informar el notario pero es conveniente saber antes y de si todos los pagos referentes a servicios, como la luz, el agua, el gas, etc… además de la cuota inherente al recibo de la comunidad de vecinos están en orden.
Es importante también pedir al vendedor una justificante del pago del recibo del IBI puesto que la demora en el pago de dicho impuesto puede conllevar un recargo en la cantidad a pagar.
Hay que comprobar que la vivienda posee el Certificado de Eficiencia Energética. Es obligatorio, salvo en muy determinados casos, que la vivienda lo tenga y no se puede ni vender ni alquilar una propiedad si él y es susceptible de multa si no se tiene. Además debe estar registrado teniendo una validez de 10 años.
Si la propiedad que vas a comprar se encuentra en un edificio de entre 40 o 50 años, es muy importante saber si ha pasado la Inspección Técnica de Edificios o ITE y si hay pendientes reformas en la comunidad que puedan conllevar una derrama en un tiempo posterior a la venta.
Tampoco está de más saber si está contratado un seguro de accidentes, aunque si la casa tiene carga hipotecaria, por regla general, el seguro va a asociado a la misma y si el piso es de segunda mano y solo ha pasado por un propietario antes que tú, es útil saber si el vendedor cuenta con la documentación que la constructora, comercializadora o promotora inmobiliaria le facilitó a la entrega de la vivienda y donde aparece la distribución de la instalación eléctrica, los conductos del aire acondicionado, etc.
REVISA EL ESTADO GENERAL DEL EDIFICIO.
Si es necesario levanta hasta las piedras del jardín porque piensa que la compra de una vivienda es una inversión a largo plazo y, con toda seguridad, la más importante de tu vida por lo que cuanta más información tengamos del estado general de la propiedad, mejor podremos negociar su precio en caso de tener que hacer reforma, por ejemplo.
Una de las primeras cosas que podemos comprobar de manera relativamente fácil es el estado de las griferías y la canalización del agua. Simplemente tenemos que abrir los grifos y comprobar que funcionan así como con qué presión sale el agua. Si hay patio, jardín o parcela, es importante también comprobar el buen estado de los sumideros, de las canalizaciones y de los desagües porque muchas zonas ajardinadas con cierta antigüedad no desaguan directamente al alcantarillado por lo que podría existir una fosa séptica que conlleva un mantenimiento.
Hay que revisar también la instalación de la luz, su estado general, qué tipo de contadores tiene la vivienda y en qué estado se encuentran, que potencia tiene contratada, si los enchufes funcionan bien, que tipo de luminarias hay en la casa mientras que en el caso del suministro de gas, hay que fijarse en qué tipo de instalación hay.
En cuanto a la calefacción, climatización y aislamiento de la vivienda, hay que comprobar que los radiadores funcionen y no pierdan agua, si existe bomba de calor, averiguar de qué tipo es para hacer una estimación de su consumo y ver si el mantenimiento es correcto, al igual que si hay aire acondicionado – es diferente el consumo y el mantenimiento de aire acondicionado por split que el que está instalado por conductor con una aparato externo y otro interno – en la vivienda. En el caso del aislamiento, es importante conocer en qué año se edificó la vivienda, o se construyó el edificio donde está el inmueble, para saber que normativa regulaba ese aspecto y, por tanto, saber qué tipo de aislamiento tiene la vivienda y si es susceptible de mejora.
Si la vivienda posee chimenea, si esta es de obra, hay que comprobar que su estructura está en perfectas condiciones y la extracción del humo generada por la combustión sale hacia fuera y no emite gases al interior de la casa.
Como punto reseñable para poner toda nuestra atención nos deberíamos fijar mucho, incluso levantando cortinas y buscando en las esquinas del inmueble, en la posible presencia de humedades. Que una vivienda tenga humedades es un problema no siempre fácil de erradicar y puede que conlleve un gasto extra para acondicionarla y no nos genere problemas de salud. Por eso, atención a manchas, desconchones y goteras.
La revisión de todos estos puntos puede llevarnos a que, si la distribución, entorno y precio de la casa nos interesan, plantearnos hacer una reforma pero antes de decidirnos a decir que sí, hay que preguntar el coste a un profesional especializado, ver si las estancias más costosas de reformar, como cocina o baño necesitan mayor presupuesto y, sobre todo, ver si es posible puesto que puede existir algún problema, como un muro de carga en un lugar inadecuado, que no se pueda tirar y nos impida hacer ese salón diáfano que queremos o que por algún motivo excepcional, no nos concedan la licencia de obra que necesitamos.
Todas estas revisiones, preguntas que hacer, documentación que pedir… no son un problema si te acompañas de un profesional inmobiliario que está más que acostumbrado a ello y que te va a aportar la tranquilidad del trabajo bien hecho.