Muchas veces, cuando tomamos la decisión de vender o comprar una vivienda, local o nave, decidimos hacerlo sin mediación, como particulares porque nos vemos capaces de realizar el mismo trabajo de un agente inmobiliario.
Pero existe un problema y es que, si no cuentas con el respaldo de un profesional en determinados procesos de la compra o venta de una propiedad, puede que seas víctima de alguna estafa inmobiliaria.
Si, aún así, decidimos embarcarnos en la venta o en la compra de una propiedad por nuestros medios, debemos utilizar nuestro sentido común y saber qué hacemos, cuándo debemos hacerlo y cómo, meditando cada paso que damos y no precipitándonos, tomando malas decisiones.
¿CUALES SON LAS ESTAFAS MÁS COMUNES QUE UN PARTICULAR PUEDE SUFRIR?
TE VENDO MI CASA PERO NO ES MÍA.
El vendedor te intenta vender una casa que no le pertenece porque pertenece a un tercero. Esto incurre en un delito de usurpación y conlleva una pena de prisión de entre uno y cuatro años.
Para evitar sorpresas, una de las comprobaciones que hay que hacer, y que nosotros como agencia integral inmobiliaria ya tenemos naturalizado en todas nuestras operaciones, es pedir una nota simple al Registro de la Propiedad donde este ubicada la vivienda para comprobar si, efectivamente, el que dice ser el propietario, real y legal, de la vivienda que queremos comprar.
Nosotros como agentes inmobiliarios estamos capacitados para obtener notas simples y también para comprobar y evaluar los datos catastrales, que sería otro de los puntos a revisar para ver que todos los datos referentes a la propiedad sean correctos.
TE VENDO MI CASA… PERO YA TIENE “DUEÑO”
En este caso, el propietario puede ser el propietario legal de la vivienda pero cuando quieren venderte la propiedad, esta ya tiene “dueño”, es decir, ya se ha firmado un contrato privado con un tercero pero el quiere venderte la misma propiedad a ti también. Aquí se incurre en un delito de doble venta que tiene la misma pena que en el caso del párrafo anterior.
Siempre es importante comprobar toda la documentación existente sobre la propiedad a comprar para que este tipo de situaciones no nos ocurran.
FIRMAR UN CONTRATO DE ARRAS QUE NO ES TAL
Otra de las estafas más comunes es que nos hagan firmar un contrato de arras que no es tal. Cuando se firma un contrato de arras, se establece el pago de una señal por lo que, si no contamos con ayuda o respaldo profesional, podemos caer en esta trampa, pagar determinada cantidad y no volver a ver al vendedor, que desaparece con nuestro dinero y nosotros nos quedamos sin nuestra vivienda soñada.
En nuestro caso, como parte integral de nuestro trabajo, nos encargamos de redactar el contrato de arras personalmente, tanto si trabajamos por parte del comprador como del vendedor, o de revisar toda la documentación que nos aporten para que sea perfectamente legal y no se den estas prácticas fraudulentas.
OJOS QUE NO VEN, CARGAS QUE NO SIENTES
La ocultación de cargas existentes por parte del vendedor también se considera un acto fraudulento y , en ocasiones, no se facilita esa información para que el comprador no se retracte o rebaje la oferta económica por la propiedad.
Por eso, por regla general, se debe exigir la documentación correspondiente al pago de los impuestos para comprobar que, efectivamente, no existen cargas ni referente a impuestos o pagos derivados de la propia vivienda como de la comunidad de vecinos donde se ubique la propiedad.
Cuando nos involucramos como particulares en la compra o venta de un inmueble puede que se nos escape qué documentos importantes debemos pedir mientras que un asesor inmobiliario sabe exactamente qué tipo de documentación pedir a la parte contraria para tener controlada la existencia o no de cargas en la propiedad.
NUNCA PAGUES NADA QUE NO ESTA FACTURADO
Una de las estafas más comunes es que, a la hora de compras, el vendedor nos ofrezca un descuento sobre el precio de la vivienda si le pagamos alguna cantidad en metálico. Lo que comúnmente se conoce como “en B”.
El problema que esto nos puede acarrear, dejando a un lado que no es legal, es que si registramos nuestro inmueble por un importe menor, cuando queramos vender a posteriori, vamos a pagar una enorme cantidad de plusvalía al existir una ganancia patrimonial mayor por nuestra parte.
ME URGE MUCHO LA COMPRA, PERO...
Sin embargo, a la hora de vender, uno de las estafas más significativas es la del comprador extranjero que está muy interesado en comprar la vivienda sin verla siquiera y sin discutir ni rebajar el precio de esta.
Aquí podemos encontrar dos vertientes. En una de ellas, el comprador va a pedir al vendedor que, como va a pagar por transferencia, le adelante los gastos repercutidos por esta y los impuestos correspondientes pero la venta no va a llegar a cerrarse y habremos perdido ese dinero. En la segunda, puede que el comprador efectúa la transferencia para “reservar” nuestro inmueble y nos envía un justificante donde se refleja un importe mayor al acordado y el comprador, actuando de buena fe, devuelve ese importe. Como podréis adivinar, la transferencia nunca se hizo, el justificante es falso y nosotros habremos perdido determinada cantidad de dinero.
LOS QUE SE DENOMINAN AGENCIA INMOBILIARIA SIN SERLO.
Esto ha hecho, y hace, especial daño a un sector que se caracteriza por la seriedad, transparencia y honestidad. Por lo menos ese es nuestro caso y así nos gusta trabajar en Calibe Asesores Inmobiliarios.
Es cierto: un asesor inmobiliario cobra unos honorarios pero como cualquier otro profesional: por hacer un trabajo de la manera más efectiva, útil y profesional posible.
Pero, como en todos los sectores profesionales, hay gente sin vergüenza y por eso hay que comprobar muy bien la veracidad de la agencia a la que se confía la venta o la compra de algo tan importante como es una propiedad, comprobar su trayectoria y su inscripción en los canales adecuados, aparte de investigar en la red su página web o similar. Ningún agente inmobiliario legalmente establecido se va a molestar si le preguntas o compruebas la veracidad de su información.
Cuando, como compradores o vendedores, acudimos a una agencia inmobiliaria y le encargamos que nos ayude a comprar o venda nuestra propiedad, se firma un contrato donde se establecen los servicios contratados. El problema viene cuando aquellas agencias inmobiliarias, que no lo son, factura por servicios añadidos que no figuraban o son agencias falsas que desaparecen una ves cobrados la totalidad, o parte, de sus honorarios por adelantado.
Como regla general, hay que desconfiar de las peticiones de adelantos de dinero y de todo aquello que nuestro sentido común nos diga que no es correcto.
Por eso como primer consejo que podemos daros es que no compréis un piso del que no se conocen todos los detalles y, como consejo final, sobre todo hacerlo bajo el amparo de profesionales de verdad. La ayuda de una asesoría integral inmobiliaria como es Calibe Asesores Inmobiliarios es esencial si decidimos poner la venta o la compra de nuestra propiedad porque no solo ahorraremos a nuestros clientes quebraderos de cabeza en temas de documentación y asesoría legal o porque nos encargamos de buscar a los compradores que estén interesados en el inmueble y sean fiables, sino porque intentamos aportar toda la tranquilidad de nuestros más de 20 años de experiencia a todos aquellos que necesitan nuestro asesoramiento profesional.