Cuando vamos a comprar o a vender una vivienda, e incluso alquilar, hay mucha documentación que tenemos que reunir para realizar la transacción de manera correcta y que la información que damos sea correcta. Entre los múltiples documentos que vamos a tener que gestionar, está el certificado de eficiencia energética. Es un documento relativamente nuevo y obligatorio desde 2013.

En primer lugar, podemos preguntarnos qué es la eficiencia energética y por qué es tan importante. Indicar que la eficiencia energética se refiere al ahorro de energía, es decir, utilizar la menor cantidad posible de energía en una vivienda para hacer algo y así, emitir la menor cantidad posible de CO2 a la atmósfera. En resumen, la eficiencia energética de la vivienda incide directamente en el medio ambiente y en su protección y por eso es tan importante.

¿QUÉ ES EL CEE?

El CEE o Certificado de Eficiencia Energética es un documento que informa de manera objetiva de lo energéticamente eficiente que es determinada vivienda y cuál es su calificación. Esta calificación vamos a poder verla en la etiqueta energética, que se obtiene una vez registrado el certificado.

Cuando vemos la etiqueta vamos a observar que aparecen una serie de letras y colores que nos van a indicar cómo de eficiente es nuestra vivienda, siendo la A una vivienda con mayor eficiencia y la G, una vivienda donde la eficiencia energética brilla por su ausencia. Las letras comprendidas entre ellas, son la B, que representa una vivienda donde se ha invertido económicamente para hacerla eficiente, la C y la D, que son viviendas eficientes en las que no ha habido inversión, la E, que es el estándar legal o la F.

El baremo que se utiliza para determinar la calificación es el cálculo del consumo anual de energía necesario para satisfacer la demanda energética de determinada vivienda con determinadas características y en condiciones normales de funcionamiento.

¿PARA QUÉ SIRVE EL CEE?

Primero, para saber cómo de contaminante es una vivienda. Esta es una información relevante tanto para el comprador como para el vendedor ya que, gracias al estudio que se hace para obtener el certificado y la etiqueta energética permite saber qué nivel de eficiencia tiene el inmueble en el que está interesado.

Cuando se tiene entre las manos un certificado de eficiencia energética, aparte de los datos relativos al consumo y entrar en detalle en los aspectos energéticos de la vivienda, también se incorporan al estudio consejos de inversión para la mejora de la vivienda de cara al consumo y ahorro energético.

¿A QUIEN PODEMOS PEDIRLE QUE NOS HAGA EL CERTIFICADO ENERGÉTICO?

El certificado, que luego nos va a dar la etiqueta, es, como hemos indicado, obligatorio y debe hacerlo una persona que esté cualificada, un técnico con formación adecuada tal como ingenieros, arquitectos, arquitectos técnicos o técnicos especializados.

Normalmente, cuando los clientes confían en nosotros para vender su casa, no conocen este requisito y somos nosotros los que ponemos a su disposición personal de confianza con el que trabajamos para realizar el certificado y que, además, nos van a evitar engorrosos trámites de registro.

Una vez realizado el Certificado, este debe registrarse en el organismo competente de la Comunidad Autónoma correspondiente para que tenga validez legal. Eso sí, una vez registrado va a tener una validez de diez años.

El no tener el Certificado de Eficiencia Energética, y su correspondiente etiqueta, a la hora de vender o alquilar una vivienda, implica una multa de entre 300 y 6000€ dependiendo de si se considera falta leve, grave o muy grave, porque, como ya hemos indicado anteriormente, es un certificado obligatorio desde 2013.