Después de darle muchas vueltas, hemos decidido que queremos comprar una vivienda. El paso de comprar una casa es un paso importante en la vida de una familia, de una pareja o de una persona que se quiere emancipar. Es algo que se tiene que meditar mucho, pero, una vez tomada la decisión, hay factores que hay que valorar y que, a veces, movidos por la ilusión y las ganas, pasamos por alto.
ANTES DE COMPRAR, PÁRATE A PENSAR.
¿Has pensado qué necesitas realmente? ¿Dónde? ¿De cuánto dinero has de disponer para afrontar la compra? ¿Sabes si la vivienda tiene reformas anteriores? ¿Si los vecinos son problemáticos? ¿Si la vivienda es energéticamente eficiente? Eso son factores muy importantes que vamos a ir desgranando poco a poco.
Lo primero que hay que pensar, con la cabeza fría, es si tenemos la capacidad económica para llevar adelante este proyecto. Aparte del precio de la vivienda hay que tener en cuenta que hay que pagar impuestos – IVA si es vivienda de obra nueva o Impuesto de Transmisiones Patrimoniales, si es segunda mano – y gastos de notaría, registro e imprevistos que pudiesen surgir. Hay que establecer un tope de precio sabiendo que no es recomendable endeudarte más de un 35% de tus ingresos mensuales. También hay que saber qué forma de pago vamos a elegir, si esta es viable y si el banco nos ofrece unas condiciones que podamos afrontar, si tenemos algún avalista, etc…
También hay que valorar cuestiones más personales: qué necesitamos, qué queremos o qué buscamos y dónde queremos vivir. Es importante saber el lugar exacto donde queremos mudarnos, no solo para poder hacer un estudio de mercado y ver sobre qué precios oscilan las viviendas, si no para saber si en esa zona hay todos los servicios, como colegios, tiendas, transporte público, que necesitamos. Hay que valorar el tamaño de nuestra familia, si esta va a crecer en un futuro cercano o no, para saber, cuántas habitaciones y baños necesitamos, el espacio que tenemos que tener disponible, etc… Y sobre todo, saber qué queremos. Si queremos una vivienda unifamiliar o un piso, si queremos piscina, garaje, trastero, etc…
ANTES DE FIRMAR, PONTE A INVESTIGAR.
Una vez que ya hemos definido estos parámetros tan importantes, comenzamos a buscar y damos con una vivienda que nos encaja. ¿En qué debemos fijarnos exactamente para que no nos en gato por liebre?
Lo primero es realizar las visitas, y digo visitas porque lo ideal sería ver la vivienda a diferentes horas del día para poder ver si es luminosa, para ver el entorno, el vecindario o los ruidos. Es importante observar el exterior tanto como el interior y dedicarle un tiempo a la visita. Huye de un vendedor que te apremia para que veas su casa, que no te deja observar bien cada detalle o que no responde con claridad a tus preguntas.
Cuando compramos o tenemos intención de comprar una vivienda de segunda mano, lo primero en que nos fijamos es en el estado. En caso de viviendas de nueva construcción es diferente porque, por regla general, están recién construidas y, aunque tenemos a primera visita para detectar fallos, en la cual yo aconsejo ir acompañados de alguien que conozca el gremio, lo principal que vamos a observar es si las calidades coinciden con lo que nos han vendido.
En el caso de la vivienda de segunda mano, debemos fijarnos en el espacio, en la distribución de este y en si ésta se adecúa a nuestras necesidades. Cuando vemos un anuncio debemos diferenciar entre metros construidos – que es la totalidad del suelo más las zonas comunes y que aparece registrado en el catastro – y metros útiles – que son los espacios interiores. Hay que revisar los metros cuadrados de las habitaciones, si estas están dispuestas de un modo cómodo para nosotros o si no, si es posible hacer modificaciones en una reforma.
Hay que mirar el estado de cerramientos, si las ventanas son energéticamente eficientes, con rotura de puente térmico, y su aislamiento es bueno para evitar tanto ruidos como fugas de frío o calor.
Cosas como el estado de la carpintería, los suelos, la pintura de las paredes, la existencia, o no de humedades, la ventilación, tanto general de la casa como de baños y cocina, y orientación de la vivienda, la existencia de reformas previas o revisar con cuidado todas las instalaciones de luz, gas, teléfono, internet o la climatización, también son elementos a tener en cuenta para elegir bien la vivienda de tus sueños. A lo largo de la visita también nos podemos interesar en el motivo de la venta o en cuántos propietarios ha tenido la vivienda.
Respecto al tema más técnico, hay que tener cuidado y ver que el propietario de la vivienda que queramos comprar tenga toda la documentación de la misma en regla (ITE, que sea el propietario real de la vivienda, escrituras, catastro, existencia o no de derramas, actas de la comunidad de vecinos, recibos tanto de la comunidad de vecinos como de suministros al día, etc…)
Como siempre decimos, la compra de una vivienda es un paso muy importante y hay que cuidar el proceso, hacerlo con tranquilidad y teniendo a alguien al lado que te ofrezca confianza y seguridad. Puedes contar con nosotros, como asesoría integral inmobiliaria de referencia, para apoyarte en el caso de que estés pensando en cambiar de vivienda, o en vender la tuya.