Hacia 2010, irrumpió en el sector inmobiliario una figura proveniente del mercado anglosajón, y parte del europeo, desconocida y que parecía competir directamente con la figura del agente inmobiliario: el “personal shopper”.

Esta figura nace en Estados Unidos, en los años 80, y, originalmente, se dirige hacia aquellas personas que no disponen de tiempo material para realizar compras, encargos, o que necesitan una persona especializada, y en exclusiva, que les acompañe y seleccione las mejores tiendas para ellos. Posteriormente, se adaptó también al mercado inmobiliario y, en este artículo veremos cómo.

¿QUÉ ES UN “PERSONAL SHOPPER” (O, EN CASTELLANO, ASISTENTE PERSONAL) INMOBILIARIO?

Hasta ahora teníamos clara la figura del agente inmobiliario, que se dedica a asesorar y facilitar a los clientes tanto el proceso de venta de una casa como de compra de una propiedad y a gestionar los trámites posteriores, como ya hemos visto en algún artículo anterior. Pero, ¿en qué se diferencia del “personal shopper”?

Bien, el asistente personal inmobiliario trabaja en exclusiva con un cliente y no solo con inmuebles de la cartera propia de la inmobiliaria. Se encarga de buscar la propiedad que se adapte como un guante a las necesidades, características, perfil e intereses de este. Conecta a posibles vendedores con su cliente siempre y cuando su propiedad sea lo que el cliente le haya marcado en sus peticiones y se encarga de todos los trámites posibles.

Realmente, la figura del asistente personal inmobiliario se concibe como un “ahorrador”: ahorra tiempo, que su cliente no tiene, ahorra papeleos y trámites, porque su cliente no tiene que preocuparse de ellos ya qué el gestiona todo el proceso, ahorra miles de visitas innecesarias a inmuebles, ya que selecciona los más idóneos, y ahorra dinero. Sí. Lo ahorra.

Un “personal shopper”, que claramente va a cobrar por sus servicios, va a ahorrar dinero a su cliente ya que es él el que negocia un precio de acuerdo al estudio de mercado que previamente ha hecho en función de las características establecidas, al estudio de viabilidad de su cliente y a una compra racional, ya que a veces el cliente se mueve por emoción y no se fija en aspectos importantes que no pasan desapercibidos al consultor personal. Así que sus honorarios pueden considerarse una inversión.

QUIÉNES SON LOS CLIENTES MÁS COMUNES DE UN ASISTENTE PERSONAL INMOBILIARIO: PERFILES Y FUTURO.

Quizá el perfil más conocido del cliente de un asesor personal inmobiliario es aquel cliente, de poder adquisitivo alto, que no dispone de tiempo material para dedicarse personalmente a la búsqueda de un inmueble adecuado a sus necesidades, para realizar las visitas necesarias a los inmuebles, para pasar horas mirando webs de portales inmobiliarios o para hacer trámites. Es un perfil ejecutivo que prefiere contratar, porque está acostumbrado a hacerlo, a alguien especializado, profesional y que entienda qué necesita, qué es viable, y que trabaje en exclusiva para él con la mayor eficacia posible

Las empresas también recurren a la figura del “personal shopper”, sobre todo si su necesidad es cambiarse de sede o abrir otra en una ciudad distinta. En este caso, el asistente personal inmobiliario es muy útil por su conocimiento de las zonas y porque es él el que va a realizar absolutamente todos los trámites bajo supervisión de su empresa cliente.

Pero este servicio no solo es exclusivo de clientes con un alto poder adquisitivo, si bien son los que más se encuentran. Una familia, una pareja, unos clientes con poder adquisitivo normal que buscan una vivienda, pueden utilizar los servicios de un asistente personal para que su búsqueda sea más efectiva, certera y adecuada tanto a sus necesidades físicas como económicas.

Quizá a la figura del asistente personal inmobiliario le pase como al asesor inmobiliario: cuesta verlo como un bien necesario pero un buen asesoramiento en estas materias es importante.