Cómo todos sabemos, el mundo, la sociedad, evoluciona a pasos agigantados. Desde hace unos años, todos los sectores tienen su versión 2.0 y están presentes en el mundo virtual, unos compaginando internet con presencia física, y otros que ya se encuentran solo en el ciberespacio. Toda tienda que se precie tiene una réplica online y los escaparates y catálogos pueden verse desde un dispositivo móvil. Entonces, ¿por qué el sector inmobiliario iba a ser diferente? ¿Es posible vender una casa online como si fuese un jersey?
En principio deberíamos aclarar a qué nos referimos cuando utilizamos el término proptech – la unión de los términos property + technology – que no es otro tipo de inmobiliaria sino otra forma de hacer inmobiliaria: es la aplicación de tecnología por parte de las empresas inmobiliarias para mejorar sus servicios, por ejemplo, realizando visitas virtuales, planos 3D, fotografías con dron, etc… Es un término que se acuño en 2014 dentro del mercado inmobiliario británico pero su concepto es muy anterior y, actualmente en España, que sorprendentemente ya es el segundo mayor inversor del mundo en el sector por detrás de Estados Unidos, hay cerca de 360 proptech, un número que se espera vaya incrementando debido a la influencia del coronavirus.
Este cambio del sector hacia una mayor digitalización puede darse por varios factores, varios de ellos orientados a ahorrar costes y tiempo. Utilizar recursos digitales permite que las gestiones se simplifiquen y la documentación se almacene en la nube permitiendo que las consultas se centralicen y el trabajo de los asesores sean más rápido y eficientes, y el proceso más transparente. Todo esto ha hecho que las inmobiliarias del sector que aún no habían incursionado en el mundo digital, hayan tenido que hacerlo a la mayor velocidad posible.
Es cierto que esto no nos resulta desconocido porque ya vivimos un gran impulso tecnológico dentro del sector cuando aparecieron los grandes portales inmobiliarios que facilitaban y agilizaban el proceso de búsqueda de una vivienda, pero, ahora, esta segunda ola, ya no solo se centra en la búsqueda sino también en digitalización de las partes del proceso de compraventa, alquiler o inversión en bienes raíces.
PROPTECH EN INMOBILIARIA
La aparición de AirBnb y Homeaway y su visión digital de gestión del alquiler, fue el big bang del cambio en el sector inmobiliario, que comenzó a evolucionar rápidamente, pero, como hemos dicho antes, en lugar de intentar transformar el proceso entero, las empresas concentraron sus esfuerzos en innovar en las diferentes partes que formaban el todo.
El entorno proptech incluye desde financiación, la subida de oferta inmobiliaria a redes, el canal de venta, la utilización de realidad virtual, Big Data y realidad o aumentada, la gestión de edificios y hasta el trabajo en Redes Sociales.
Actualmente, podemos diferenciar categorías diferentes de proptech en función de su finalidad.
- Plataformas de mercado o marketplaces: cuya finalidad es mejorar la experiencia alrededor del proceso de compraventa y promoción de productos. Comúnmente se denominan portales inmobiliarios y son esas páginas web que todos conocemos, donde se permite a profesionales y particulares mostrar la propiedad a la venta de manera digital para que pueda ser visualizada por millones de usuarios y compradores potenciales.
- Peer to Peer (P2P): esta categoría está destinada a aquellos proveedores que ofrecen servicios de alquiler, tanto de larga estancia como vacacional o por temporadas, y venta, pero de particular a particular.
- iBuyers, o Instant Buyers: empresas cuya finalidad es comprar inmuebles al contado en un proceso muy corto y que utilizan el ámbito digital para valorar la vivienda que quieren comprar, incluso sin visitarla, y hacer una simulación del resultado de la reforma que pudiesen llevar a cabo para volverla a comercializar.
- Gestión inmobiliaria: su fin es desarrollar programas de software específicos para empresas inmobiliarias, como los conocidos CRM (Customer Relationship Management) que permiten que se gestione la cartera de clientes, las captaciones o las visitas a los inmuebles de una manera mucho más efectiva y controlada, o soluciones digitales para profesionales del sector como los PMS (Property Management Services), o inmobiliarias online, que permiten vender un inmueble en un periodo de tiempo menor y pagando menos honorarios, aunque ofreciendo menos servicios a cambio, gracias al uso de la tecnología como, por ejemplo, utilizando la firma digital para cerrar las arras, a los que, una vez validada la identidad del comprador y del vendedor, posteriormente envían un mensaje de texto a través del cual pueden acceder a la firma del documento, aunque la escritura se sigue firmando de forma presencia para garantizar su legalidad.
- Big Data: uno de los grandes descubrimientos del entorno digital dentro de todos los ámbitos. Aquí confluyen herramientas de tasación y valoración, análisis de activos mediante la creación de software dedicados a la gestión de datos masivos que analizan tanto el comportamiento de los usuarios en sectores como el retail, como la monitorización del uso del espacio en edificios de oficinas. Son servicios muy útiles para realizar valoraciones online gratuitas e inmediatas y que está siendo especialmente aprovechadas por portales inmobiliarios, tasadoras e inmobiliarias online e incluso entidades bancarias y que nos permiten conocer un precio de venta estimado en segundos.
- Inversión inmobiliaria: donde podemos englobar tanto a los brokers inmobiliarios, de los que ya hablamos en un artículo anterior, como las plataformas hipotecarias que se dedican a analizar y ofrecer la gestión de hipotecas, comparar ofertas hipotecarias e incluso la promoción de inversiones colectivas como el crowdfunding inmobiliario, donde se puede, por una pequeña suma de dinero, participar en la compra de una vivienda.
- Portales de servicios: tanto B2B como B2C, que centralizan los distintos servicios que pueden utilizarse a la hora de comprar, alquilar o reformar un inmueble, como fontaneros, pintores, etc, y que también favorecen la interrelación entre ellos.
- Innovación en producto, es decir, la vivienda inteligente y el Internet de las Cosas (Internet of Things) donde podemos encontrar todas las empresas que se dedican a innovar en el uso de la tecnología, para mejorar tanto el sector como la vida del cliente comprador, como empresas SmartHome o casas inteligentes, que utilizan un app para subir y bajar persianas, controlar la climatización o disponer de videovigilancia, Visual Startup, o realidad virtual, que permiten la realización de visitas virtuales recorriendo la propiedad sin desplazarse físicamente a verla, mediante fotografías 360, IA o Inteligencia Artificial, cuyo objetivo es, aparte de cartografiar los edificios, hacer simulaciones de su comportamiento en diferentes situaciones para ver el resultado final
QUÉ VENTAJAS PODEMOS ENCONTRAR A ESTA NUEVA MANERA DE HACER INMOBILIARIA
Los beneficios de esta manera de afrontar el sector inmobiliario son sobre todo ahorro y sostenibilidad pero también marca unos puntos de inflexión que se traducen en ventajas para el ámbito donde nos movemos muchos de nosotros.
Por ejemplo, al existir digitalmente un mercado inmobiliario online, aparecen sitios específicos donde la oferta se centraliza y es más fácil para el consumidor buscar, comparar y contactar con el propietario o el asesor inmobiliario.
Implementar recursos como las visitas virtuales hace que el consumidor ahorre en los desplazamientos, y, si esta herramienta se adopta de manera recurrente, permitirá aumentar las visitas de un inmueble pero no afectará al vendedor.
Si nuestra labor dentro del sector inmobiliario está dedicada a realizar proyectos de construcción o reformas, utilizar herramientas digitales de monitorización mediante el uso de software específico, hará que podamos anticiparnos a posibles imprevistos, retrasos o sobrecostes.
Y, si analizamos el caso de plataformas como AirBnb o Housefy, dedicadas a la gestión de alquileres turísticos o de corta estancia de modo virtual, hacen que el beneficio sea doble: por un lado, el propietario se beneficia de poder alquilar su vivienda de un modo cómo y, por otro lado, una mayor oferta de viviendas hace que el turismo aumente y sea más accesible, tanto a nivel de búsqueda como económico.
Hay que aclarar, como ya hemos dicho variar veces, que el cliente de 2022 es muy diferente del de 2020. Dos años después de la pandemia nos hemos convertido en digitales, muy conectado al medio virtual y Redes Sociales, pero también, sobre todo en el caso de los jóvenes “millenials”, con un aumento de la conciencia medioambiental y la sostenibilidad, muy marcada por el teletrabajo.
La sostenibilidad inmobiliaria es posible y las proptech dan la respuesta a los clientes del sector que han adoptado un sistema mixto de trabajo o quieren implantarlo por ser más ecológico y sostenible. Si ya de por sí el sector inmobiliario está sujeto a un alto riesgo de quedarse atrás en materia tecnológica y teniendo en cuenta que la demanda del consumidor ha evolucionado a un mercado más sostenible y que la tendencia es que se regule a favor de estos cambios, podemos vislumbrar que las proptech van a ser un punto de apoyo para aquellos propietarios de carteras de inmuebles, empresas o las constructoras que quieran realizar este cambio hacia la sostenibilidad y digitalización.