Nos vamos acercando a septiembre y, por tanto, al final del verano. Estos días hemos tenido tiempo para reflexionar sobre nuestras necesidades o prepararnos para los cambios que nos depara el nuevo año laboral, que, no nos engañemos, empieza después la temporada estival. Septiembre trae la vuelta a la rutina, pero también es un mes de cambios de vivienda, que se disparan
Aunque parezca que no, el verano – agosto y septiembre han sido meses donde se ha notado considerablemente el aumento de operaciones en los últimos años – es una época donde se busca mucha vivienda porque tenemos más tiempo para centrarnos en el proceso de compra venta de nuestra casa, nos permite organizarnos mejor y trasladarnos a nuestra casa a principios de septiembre, que normalmente coincide con el inicio de los colegios y la incorporación al puesto de trabajo.
¿ES BUEN MOMENTO PARA VENDER?
Es la primera pregunta que, dada la situación actual, con el Euribor el positivo y la subida de la inflación por la guerra en Ucrania, se hace la mayoría de los potenciales vendedores que dudan si hacerlo y no encontrar comprador. Lo primero, recordemos que la demanda está muy por encima de la oferta, y que, aunque los precios de la vivienda han subido, se espera una moderación en los próximos meses, según los expertos, lo que no quiere decir que las viviendas se vayan a vender a precio de saldo. Muchos inversores, cuyo dinero estaba depositado en la Bolsa de Valores, están volviendo a optar por el parque inmobiliario como valor refugio y las viviendas cuyo precio se ajusta al valor de mercado, se están vendiendo en un plazo relativamente corto. Así que, como todavía hay una demanda activa y el Euribor supera por muy poco el positivo, si se quiere cambiar de vivienda, puede ser el momento.
PREPARA YA TU VIVIENDA
Pero, ¿qué tengo que hacer para vender si quiero vender mi vivienda después del verano? ¿Es necesario hacer reforma para venderlo mejor? ¿Cómo y dónde lo anuncio? ¿Cómo gestiono las visitas?
Sobre todo, en el mercado de vivienda de segunda mano, es cierto que un piso reformado aumenta su valor de mercado, pero hay propietarios que no están dispuestos a invertir una gran cantidad de dinero en reformas por miedo a no recuperar su inversión tras la venta de la propiedad y esperan que sea el comprador quien se encargue de hacer las obras pertinentes a su gusto.
Pero no hay que olvidar que hay compradores quieren comprar una vivienda donde no tengan que esperar para entrar a vivir, que esté preparada para mudarse y que, en caso de tener que hacer alguna reforma, van a renegociar el precio de compra.
Eso sí, antes de poner tu vivienda a la venta, es importante, y no reporta una gran inversión económica, arreglar posibles desperfectos y cuidar los pequeños detalles para hacer lucir mejor la vivienda, haciendo especial hincapié en cocinas y baños, que son las estancias que, si están más descuidadas, puede hacer que el cliente comprador decida no hacerlo.
Uno de los principales arreglos que puedes hacer para que tu vivienda se renueve es pintar techos y paredes, si es posible, en un color neutro, como el blanco, que aporta luminosidad, da sensación de limpieza y es fácil de pintar encima si los nuevos propietarios quieren las paredes de otro color.
El siguiente paso sería dar a conocer la venta de esa vivienda lo que supone hacer un buen reportaje fotográfico para subir el anuncio a los portales inmobiliarios más usuales – poner carteles es algo común, pero no es muy recomendable porque da malas ideas a los amigos de lo ajeno si piensan que la casa está vacía – para lo que hay que ordenar, despejar y despersonalizar la vivienda, además de pensar en la manera de describir la vivienda de manera atractiva y concisa para captar la atención del futuro comprador.
Una vez generado el anuncio, cuando se produzcan las primeras visitas hay que tener en cuenta que son una parte muy importante del proceso de venta por lo que hay que intentar gestionar un horario compatible para hacerla, la vivienda debe estar impecable y se debería ser siempre amable con cada persona interesada, dar toda la información que nos solicite, si es posible, responder a todas sus dudas y hacerlo todo con unas mínimas condiciones de seguridad.
REÚNE LA DOCUMENTACIÓN QUE VAS A NECESITAR.
Normalmente, antes de decidir a qué precio vas a vender la vivienda, deberías hacer un pequeño estudio de mercado sobre la zona, con inmuebles similares al tuyo y con las referencias de precio catastral. Por eso, una de las cosas más necesarias a la hora de vender una vivienda es recabar toda la documentación que vas a necesitar para ti y porque el futuro comprador puede solicitártela. La mayoría de la documentación que vas a necesitar va a ser expedida por la Administración Pública con lo que eso conlleva por lo que hay que tener paciencia.
En relación a la documentación necesaria sobre la vivienda vas a necesitar las escrituras del inmueble porque en ellas figura el titular real de la vivienda y están inscritas en el Registro de la Propiedad, una nota simple registral que, aunque no hay obligación de presentarla al comprador, porque él mismo puede solicitarla, es importante ya que muestra la información de cargas pendientes, uso de la vivienda, si es parte de una herencia, etc., el último recibo del IBI al corriente de pago, el certificado de la ITE si el edificio donde se encuentra la vivienda está obligado a pasarla y donde se refleja que está en condiciones óptimas o las medidas tomadas para ello, la cédula de habitabilidad que demuestra que el edificio reúne todas las condiciones necesarias para ser habitado, un certificado de la Comunidad de Propietarios firmado por el Administrador de la Comunidad de Vecinos, bajo supervisión del Presidente de la Comunidad, donde conste que estás al corriente de los pagos de las cuotas correspondientes a la comunidad, una copia de los Estatutos de la Comunidad de Propietarios y las actas de las reuniones celebradas donde figuren derramas aprobadas, mejoras, cambios y órganos de gobierno de la comunidad y el Certificado de eficiencia energética o “etiqueta energética”, sin el que no se puede efectuar la venta de ninguna vivienda y no tenerlo puede acarrear una sanción económica..
En caso de existir pagos pendientes, necesitamos un certificado de deuda pendiente donde va a aparecer también, aparte de la dirección y el número registral de la vivienda, la cantidad pendiente que queda por abonar en el momento en el que se va a efectuar la compraventa. Si la hipoteca está pagada pero no cancelada en el Registro, necesitaremos un certificado de saldo 0 o que en la Nota Registral que hemos solicitado aparezca que el inmueble esté libre de cargas. Es muy útil también disponer de los últimos recibos de los suministros de la vivienda para demostrar que se encuentran al corriente de pago y de los planos de la vivienda, que el futuro comprador puede necesitar si se los solicita el banco a la hora de pedir una financiación hipotecaria y donde se puede ver más información sobre las instalaciones eléctricas y de fontanería, o conductos del aire acondicionado, de la misma.
En relación a la documentación relativa a todas las partes que van a intervenir en el proceso de compraventa, va a ser necesario disponer de un documento oficial de identificación original y que esté en vigor como el Documento Nacional de Identidad, Tarjeta de Residencia o pasaporte
El proceso de poner en venta una propiedad siempre es complicado y, aunque parezca fácil, no lo es, así que nuestra recomendación es contar siempre con el asesoramiento de profesionales del sector como nosotros.