Una de las inversiones más importantes de nuestra vida, si no la más importante es la compra de una vivienda. A ello le dedicamos mucho tiempo, esfuerzo y neuronas.
Antes de lanzarse a firmar la documentación correspondiente y crearse la responsabilidad de una hipoteca durante los próximos años, es necesario evaluar una serie de factores racionales, aunque, como veremos en el artículo de la semana que viene, muchas veces nos dejemos llevar más por los emocionales.
¿CUÁLES SON LOS FÁCTORES RACIONALES QUE DEBERÍAMOS ANALIZAR EN LA COMPRA DE UNA VIVIENDA?
Antes de firmar el contrato de compra de una casa debemos pensar si es la adecuada, si se adapta a nuestras necesidades y podemos afrontar el gasto económico que conlleva.
Uno de los factores a analizar es la ubicación. Y depende de nuestra situación personal en ese momento. No van a tener el mismo criterio una familia con tres hijos que un soltero o una pareja que no piensa en aumentar la familia. Cada uno va a valorar un aspecto diferente de la ubicación: colegios, servicios, cercanía al trabajo, transporte público, en el centro o en las afueras, con o sin zonas verdes cercanas… Hay que valorar que esos aspectos y ese entorno se adecúen a lo que estamos buscando y necesitamos realmente.
Otro factor importante a analizar es el estado de la vivienda, del edificio donde se encuentra y sus características. Esto nos permite ver racionalmente si vamos a tener que invertir parte de nuestro dinero en reformas para adaptar la vivienda, lo que nos va a conllevar un gasto no solo de dinero sino de tiempo y, si nuestra idea es encontrar algo rápido, no sería nuestra mejor opción.
Para valorar el estado del edificio qué mejor que conocer a los vecinos que van a convivir con nosotros. Mucha gente se olvida que conocer a la comunidad de vecinos nos puede proporcionar una gran cantidad de información adicional acerca del estado del edificio, de las zonas comunes, de derramas existentes, de problemas de convivencia, etc…
Las características de la vivienda es uno de los factores a los que deberíamos prestar mayor atención. La compra de una vivienda se hace con miras al futuro y así deberíamos analizar sus características: una casa puede tener un vestidor precioso cuando hagamos la visita previa a la compra y nos parezca perfecto, pero, al cabo de tres años y dos hijos, ese vestidor nos ocupe el sitio de una habitación necesaria.
Debemos prestar atención al ruido: si está ubicada en interior o exterior, si el exterior es una calle ruidosa o en zona comercial o si, por el contrario, es un interior, pero estamos muy cerca de las zonas comunes y eso nos produce molestias de ruido. Es decir que, si el interior de la casa tiene tabiques finos y podemos escuchar a nuestro vecino respirando fuerte, deberíamos plantearnos una reforma para insonorizar la vivienda y eso y resta puntos a la compra por la inversión necesaria y el gasto de tiempo.
La orientación, a la hora de gestionar el gasto energético, también es clave. No es lo mismo una vivienda orientada al norte donde, en invierno vamos a aumentar el gasto en climatización y luz, que orientada al sur o al este, que suelen ser las mejores opciones. También deberíamos evaluar si la vivienda ya dispone de elementos, como bombillas de led o de bajo consumo, que nos ayuden a reducir el gasto energético y el impacto climático.
Y quizá el factor más importante a tener en cuenta es la financiación. Debemos tener en cuenta que ya no se financia el 100% de la vivienda como hace unos años por lo que es recomendable contar con un respaldo económico de mínimo un 30% del valor de la vivienda. Es recomendable crear un presupuesto realista, que se adapte a nuestra economía, valorar las diferentes opciones de hipoteca, a tipo fijo o variable, así como hacer un sondeo de las diferentes ofertas que existen en el mercado y ver cómo quedarían las cuotas mensuales.
Cuando iniciamos el proceso de compra de una vivienda, y de cualquier tipo de compra, quizá no somos conscientes del peso de este tipo de condicionantes porque al final nos guiamos por las sensaciones y las emociones. Por eso la figura del asesor inmobiliario es importante porque, como veremos en el artículo de la semana que viene, frente a los factores emocionales que invaden al comprador, éste va a poner de relieve los racionales, lo que nos va a ayudar a tomar la decisión correcta.