Como ya hemos indicado en el artículo anterior, si durante las vacaciones de verano, con tiempo y tranquilidad, hemos tomado la decisión vender nuestra vivienda podemos asumir que existen múltiples factores que pueden complicar, más o menos, el proceso de su venta. También hay que tener en cuenta que, cuando eres particular, esto puede suponer afrontar una serie de dificultades que pueden hacer que tengas ganas de tirar la toalla a la mitad del proceso bien por desconocimiento o bien porque hay que invertir cierta cantidad de tiempo en solucionarlas.
En el artículo anterior estuvimos hablando acerca de cómo preparar la vivienda para publicitarla y que sea visible para que se generen visitas y oportunidad de venta, pero hoy queremos centrarnos en qué dificultades puede encontrarse un particular a la hora de tratar con los futuros compradores y qué ocurre con los documentos legales.
PREPÁRATE PARA TRATAR CON LOS CLIENTES POTENCIALES Y DEMÁS PERSONAS.
Tratar con extraños siempre es complicado y no siempre cómodo y agradable. Si trabajas de cara al público, es probable que lo sepas. Como profesionales inmobiliarios, estamos preparados para tratar con un potencial cliente e identificar si realmente lo es, pero cuando, de modo particular, afrontas la venta de tu casa es complicado, y a veces desesperante.
Una vez que has preparado la vivienda, la has publicitado en los portales inmobiliarios y recibes llamadas de personas interesadas, no solo vas a tener relación con las visitas de potenciales compradores sino también con las de curiosos que probablemente no tengan intención de comprar a corto plazo, estén tanteando el terreno, estén en un primer escalón en el proceso de compra o simplemente sean turistas inmobiliarios cotilleando, pero no tengan verdadera intención de comprar. Los agentes inmobiliarios, bien por experiencia o porque realizan un trabajo de análisis, normalmente identifican al cliente e indagan para ver si realmente está interesado, tiene capacidad económica o está interesado en la compra en un plazo relativamente corto. También hay que reseñar que cuando un cliente visita una vivienda de mano con un agente inmobiliario se identifica, por lo que cualquier visita inmobiliaria es más segura si se contrata la gestión de la venta del inmueble a través de una asesoría inmobiliaria que si se hace de modo particular.
Una vez pasada la etapa de las visitas y encontrado a una persona verdaderamente interesada que va a ser el futuro comprador de nuestra vivienda, hay que prepararse. Con toda seguridad negociará el precio de la vivienda con todas sus fuerzas. Hay potenciales compradores que, desde un principio intentan rebajarlo y si tiene, como ocurre en algunos casos, agente inmobiliario que gestione la búsqueda de la vivienda de sus sueños, no dudes que también hará apuntes sobre las condiciones tratando de obtener el acuerdo más ventajoso para su cliente.
También es indiscutible que las personas interesadas en ver la vivienda harán preguntas, preguntas que a veces no son fáciles de responder porque, o bien no conocemos la respuesta o no tenemos la información necesaria porque no trabamos dentro del mercado inmobiliario y son muy técnicas. Pero son preguntas que debemos responder para aclarar las dudas de los futuros compradores por lo que tenemos que prepararnos bien.
PREPARA TODA LA DOCUMENTACIÓN NECESARIA
En primer lugar, como requisito indispensable para la venta de una vivienda, hay que obtener el Certificado de Eficiencia Energética por lo que tendrás que contactar con una empresa certificada que haga el estudio de tu casa y emita el correspondiente certificado y etiqueta energética donde figuren las emisiones de nuestra casa. Es obligatorio y no tenerlo puede conllevar una cuantiosa multa.
Aparte de no está de más tener preparado, antes de plantearte la venta de tu vivienda incluso, el IBI, información catastral, los recibos al día de la comunidad y las derramas posibles de la vivienda, así como informarnos de toda la documentación que nos pueden solicitar en el banco o en el notario referente a pagos de impuestos o gestión de hipotecas.
Después de llegar a un acuerdo, hay que gestionar la documentación legal correspondiente como puede ser el contrato de reserva, el de arras o el de compraventa. Por regla general, redactar uno de estos contratos puede ser muy complicado si no tienes conocimientos legales por lo que se suele delegar en una gestoría que, tras el pago de sus servicios, realiza el documento que debe ser aprobado por la parte compradora.
Dentro de la redacción de un contrato de compraventa de un inmueble hay que prestar atención a muchos factores y no es tan sencillo: hay cláusulas importantes que no deben olvidarse, si el inmueble proviene de una herencia, verificar que la transmisión es correcta y puede venderse, si hay plusvalías, liquidar todos los impuestos correspondientes al trámite de compraventa por parte tanto de la parte compradora como de la vendedora…
Teniendo en cuenta estos factores, si se necesita vender una propiedad, pero tanto el tiempo, porque hay que tener en cuenta que cuanto más pasa una vivienda a la venta más se devalúa, como las distintas dificultades que pueden plantearse en el proceso hacen que nos den escalofríos ante la perspectiva de afrontarlo solos, es tiempo de ponerse en manos de un profesional con experiencia que haga el proceso mucho más cómodo y seguro.
Si es tu caso, solo tienes que llamarnos y confiar en nosotros para que vendamos tu casa con toda tranquilidad, seriedad y transparencia.