Hace tiempo que lo sientes. Hace tiempo que la idea de mudarte te ronda por la cabeza pero no acababas de decidirte y, para colmo, a principios de año, se desata una pandemia a nivel mundial y ya no sabes qué hacer porque, después de pasar tres meses encerrado en tu casa, miras a las paredes y ya no sientes las cosquillitas que sentías al estar en dentro de tu casa, pero no sabes si necesitas verdaderamente mudarte o es una impresión tuya.
Ahora las cosas se van calmando y parece que volvemos a la “nueva normalidad” y, muchos de los proyectos de venta y compra de vivienda que se quedaron paralizados por la crisis sanitaria, están volviendo a retomarse. Otros, decididos a vender, comprar o mudarse antes de la pandemia, todavía se lo están pensando aunque sea algo que no se pueda demorar demasiado.
Pero, ¿quieres saber cuáles son las señales que hacen que decidamos dar el paso para cambiarnos de casa? Pues sigue leyendo.
1.EL ESPACIO.
No nos referimos a que se alineen los planetas sino a que, una vez que llegues a tu casa ocurran dos cosas.
La primera es que prácticamente tu casa se haya convertido en un almacén y no encuentres a tus hijos entre todos los juguetes que tienes fuera de su sitio por falta de espacio. En principio, puedes intentar solucionarlo mediante opciones de almacenaje y un poco de organización pero, cuando esto no funciona, y el pasillo sigue pareciendo una ampliación del trastero, es señal de que nuestro antiguo hogar se ha quedado pequeño y ya no se adapta a nuestras necesidades.
Y la segunda es que entres en tu casa y tus suspiros hagan eco en las habitaciones. Esto sería el caso contrario al anterior y ocurre especialmente cuando ya llegamos a cierta edad y nuestros hijos han volado del nido dejándonos una casa grande, vacía y con altos costes de mantenimiento. Ese sería el momento de plantearnos el cambio a una vivienda más pequeña, cómoda, fácil de mantener y, eso sí, con espacio suficiente para que vengan a vernos.
2.EL BARRIO.
Cuando compraste tu casa te imaginabas paseando relajadamente por sus calles, yendo a comprar y tomándote algo en la terracita de algún bar pero, ahora te conformas con volver con la cartera intacta a casa.
Hay barrios que, con el paso del tiempo crecen en servicios y rentabilizan el valor de la vivienda pero, otros se vuelven inseguros, ruidosos y pierden servicios, lo que hace, no solo que tu salud mental se vea afectada sino que el valor de la vivienda se devalúe y sea beneficioso venderla cuanto antes para no perder demasiado dinero en el proceso.
Dentro de este apartado, pero no menos apartados, podríamos incluir a los vecinos. Esa pareja tan maja que hace dos meses se mudaron a la puerta de al lado y que se dedican a dar fiesta día sí y día no y te están dejando una ojeras en la cara como bolsas de la compra.
Fuera de broma, una mala relación con los vecinos es algo para no tomarse a risa porque puede provocar tensiones y situaciones muy desagradables si esta no se soluciona por la vía del dialogo y se prolonga en el tiempo por lo que, cuando comienza a ser algo incómodo, y tienes la posibilidad de vender tu casa y comprar otra que se adapte a tus necesidades, es mejor hacerlo antes de que la situación se vuelva insostenible
3.ESTA CASA ES UNA RUINA
Te enorgullece muchísimo vivir en el misma casa donde nació tu abuela pero ya has tenido que arreglar cuatro veces las cañerías y dos, las humedades del salón.
Cuando la casa donde vives,que ya tiene unos añitos, se convierte en un saco sin fondo y te pide una inversión contínua para poder vivir en ella, puede ser que sea el momento de mudarnos a una vivienda nueva que requiera menores costes de mantenimiento y que, aunque la inversión inicial sea mayor, a la larga, nos reporte un beneficio económico.
4.CAMBIO DE SITUACIÓN
Ya sabemos que la vida da muchas vueltas y, de repente nos sorprende con un cambio de situación, personal o profesional. y nos da un el empujón que necesitamos para cambiar de casa.
A nivel profesional, estar más cerca de tu lugar de trabajo y reducir el tiempo de desplazamiento o cambiar de ciudad si el puesto lo requiere puede ser uno de los motivos para plantearte una mudanza
Y, a nivel, personal, irte a vivir en pareja, aumentar la familia o, en el caso contrario, un divorcio o separación, puede cambiar la situación personal pero también la financiera por lo que, a veces este cambio de vivienda es necesario y casi obligatorio a nivel económico
Cuando hay un cambio de vida, las necesidades cambian y cambia también lo que buscamos en nuestro hogar por lo que, cuando este no se adapta a lo que buscamos o necesitamos, es hora de marcharse.
5.NO ERES TÚ, SOY YO
Si cuando entres en tu casa ya no sientes paz, miras a tu alrededor y solo ves caos. Si ya no te apetece volver a casa aunque fuera haga un tiempo de perros o más calor que en el Sahara. Si vuestro hogar ya no es el refugio que debería ser y ya no sois felices en él, es un claro indicativo de que ha llegado la hora de mudaros aunque el mero planteamiento de hacer la mudanza haga que un escalofrío recorra vuestra espina dorsal.
Valorar factores como la cercanía al trabajo, la facilidad de llegar a medios de transporte, la cercanía de servicios como colegios, supermercados, centros de salud, estar cerca de la familia… aumentan la sensación de bienestar para algunas personas y hacen que sean más felices en su casa. Por el contrario, para otras personas, estar cerca de la naturaleza y no oír el ruido del tráfico es lo que hace que su hogar sea ideal.
De todos modos, aunque la decisión de cambiar de casa sea firme, es importante asesorarse antes, siempre con un profesional, para que observe nuestras finanzas y nos indique si tenemos el remanente de dinero necesario para afrontar el cambio o si es necesario que ahorremos y nos dirija en la mejor forma de hacerlo.
En el momento que toméis la decisión de cambiar de vivienda, cuando queráis vender o comprar, o ambas cosas, en Calibe Asesores somos expertos en ayudaros desde la primera duda hasta el momento de la mudanza ya que nuestros amigos de Transportes H3 colaboran con nosotros y son de los mejores de Madrid. Pero, de eso, ya hablaremos.