Podríamos definir Inteligencia Artificial, como la habilidad de una máquina que ha sido diseñada para razonar, aprender, crear, planear, resolver problemas, discriminar, manejar y relacionar datos siendo capaz de adaptar su comportamiento a la solución de tareas.

La máquina recopila datos a través de diferentes sensores, ya sean estímulos visuales o verbales, procesando los datos de manera precisa y dando una respuesta acorde. Se trata de tecnología aplicada a cualquier operación en el mercado adaptando el comportamiento en cierta medida, y analizando los efectos de acciones anteriores para dar una respuesta autónoma.

Las aplicaciones de la IA en nuestro día a día son muchas, y más que se irán incorporando a nuestras rutinas, por ello, la Unión Europea creó una Comisión especial para su estudio y regulación en la era digital ( AIDA, por sus siglas en inglés) que trata de buscar una posición común a largo plazo, que legisle destacando los valores y objetivos de la Unión.

Algunas de las aplicaciones de la IA son:

  • Motores de búsqueda en la web.
  • Traducciones automáticas.
  • Asistentes personales digitales.
  • Edificios inteligentes.
  • Termostatos, aires acondicionados.
  • Vehículos autónomos.
  • Navegadores.
  • Sistemas de ciberseguridad.

 

 

LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL EN EL SECTOR INMOBILIARIO.

Aunque todavía queda mucho por perfeccionar, la AI en el sector inmobiliario está en plena evolución y se pueden constatar claras mejoras en la ejecución de muchas herramientas, tales como el desarrollo de tasaciones de viviendas a distancia, que adaptan toda la información disponible de un inmueble, ya sea imágenes, características y otros datos que permiten a las inmobiliarias la reducción de costes.

Con la IA se podrá predecir el precio óptimo de los inmuebles al contar con gran cantidad de datos que ayuden a tomar decisiones basadas en ellos mediante algoritmos de aprendizaje automático que reflejen las mejores opciones de inversión.

Sistemas informáticos de IA o Chatbots cada vez más adaptados a diferentes sectores.

Programas de facturación y gestión con IA aplicada.

La posibilidad de diseñar espacios creando distintas versiones que mejoren la percepción del cliente sobre una vivienda.

El futuro cercano de la aplicación de realidad virtual, que facilitará las operaciones inmobiliarias, dando a los clientes una visión extremadamente real del activo a comprar en cualquier punto geográfico y sin moverse de casa.

Estos sólo son algunos ejemplos de cómo irrumpe cada vez más la IA en la vida de todos nosotros, y en consecuencia, cómo crece la necesidad de legislar sobre ella para limitar determinados usos que puedan perjudicar el tráfico empresarial y social.