Llega el verano y, con él, en condiciones normales, el calor y las peregrinaciones de montones de gente hacia las playas del país y, por tanto, hay muchas casas que se quedan vacías durante un periodo de tiempo. Un 40% de los asaltos a domicilios vacíos se producen dentro de los tres meses de verano.

Y, esto,  ¿qué significa? Pues que los amigos de lo ajeno comienzan su periodo de actuación. Pero no solo ellos. También hay un aumento de las ocupaciones de viviendas vacías en estos periodos, en las zonas no vacacionales, mientras que en los meses posteriores al periodo estival, cambia a las zonas costeras,relativamente vacías.

Hoy nos vamos a centrar en que medidas debemos tomar para que, aquellos que quieran entrar en nuestra casa mientras disfrutemos de las vacaciones, no lo tengan fácil ya que, esto, es una de las principales preocupaciones de alguien que se va de su casa para disfrutar de su merecido periodo de descanso.

Y, ¿QUE DEBO HACER PARA EVITAR QUE ENTREN EN MI CASA?

No podemos asegurar al 100% que siguiendo estos consejos, nunca vayan a entrar en nuestra casa porque, desgraciadamente, los ladrones cada vez se vuelven más sofisticados pero, lo que sí podemos hacer es poner todo de nuestra parte para que, si intentan entrar en nuestro hogar, les resulte tan complicado que desistan.

Atención a puertas y ventanas. Es mejor salir y volver tres veces para comprobar que todas  las puertas de acceso a la vivienda y todas las ventanas están bien cerradas, que dejarnos una abierta y encontrarnos la casa desvalijada a la vuelta. Si nuestra casa es una vivienda unifamiliar, tenemos ventanas que comunican con un patio interior o nuestra terraza se comunica con otra y es de fácil acceso, es esencial que dejemos esas ventanas y puertas muy bien cerradas e incluso, colocar rejas como refuerzo de seguridad.

Nada de pregonar a los cuatro vientos cuándo, dónde y cuánto nos vamos de vacaciones: Somos muy de compartir pero comentar en voz alta, en un grupo de vecinos o de amigos, en la calle, no es muy sensato porque nunca se sabe quién esté escuchando. Es más, ahora, con las redes sociales, la tentación de compartir casi al minuto nuestra realidad hace que los amigos de lo ajeno tengan mucha información no deseada. Podemos colgar una foto en Instagram de esa comida tan estupenda que hemos tenido en ese restaurante de moda pero, mejor hacerlo una vez estemos tranquilos en casa.

Mantén tu buzón limpio y pide ayuda a algún familiar o vecino de confianza: Hacer que el buzón rebose de cartas o tener bajadas del todo las persianas de tu casa durante todo el día, varios días seguidos, hace que la sensación sea de que esa vivienda, en particular, está deshabitada. Puedes pedirle a un familiar o a alguien de confianza que, cuando pase a regarte las plantas, recoja el correo y suba y baje las persianas pero, también puedes utilizar, en el caso de las persianas, un sistema de domótica, o un asistente virtual, que las suba y las baje cuando se lo pidas o dejarlo programado. Esto último también puedes aplicarlo a las luces de tu casa.

No apagues la electricidad: Algunos ladrones, cuando “investigan” futuros robos, si pueden acceder al edificio, van tocando los timbres de las casas. Si el timbre suena, puede que no estés porque hayas salido un momento pero, si el timbre no suena, es un indicativo de que te has ausentado por un largo tiempo por lo que esa vivienda puede convertirse en una candidata al allanamiento.

No dejes objetos de valor ni documentación importante a la vista: Como regla general, si tenemos objetos valiosos, no deberíamos guardarlos en casa pero, si no nos queda más remedio, no deberíamos tenerlos a la vista si no guardados en un lugar seguro. Es más, aquellos aparatos electrónico de mayor valor, como por ejemplo una cámara fotográfica profesional o los ordenadores, deberían estar inventariados. Es decir, deberíamos tener su número de registro para poder asegurarnos de que son los nuestros en caso de recuperarlos o, como puede pasar, encontrarlo en páginas de compra venta de artículos de segunda mano.

Pon una alarma en tu vida: Y combínala con otros elementos de seguridad añadidos. Tener una alarma te permite estar tranquilo, sobre todo en tiempos de respuesta. Todo dependerá del tamaño del inmueble y de su localización. Y si a la instalación de una alarma, le unes medidas técnicas como cerraduras blindadas que sean difíciles de abrir, barrotes en ventanas de fácil acceso, cristales anti rotura en las puertas de la terraza, temporizadores de luces, etc… puedes  hacer que tu casa este mejor protegida.