Llega la última semana de julio y en el horizonte se vislumbra el deseado mes de agosto. Llega, para muchos, el mes de las vacaciones y este año, aún con restricciones y manteniendo las medidas de seguridad, estamos deseando salir a nuestro destino vacacional. El octavo mes del año es el mes en el que unos se olvidan del trabajo, pero otros, concretamente los amigos de lo ajeno, “hacen el agosto”.
Antes de que una casa sea desvalijada, los ladrones se encargan de hacer un trabajo de investigación y estudian la vivienda por lo que, en muchos casos, marcan sus objetivos. Lo cierto es que, aunque el verano es cuando mayor cantidad de robos en viviendas se dan, estas marcas pueden encontrarse no solo en verano sino durante todo el año. Por eso, en nuestro artículo de hoy se va a dedicar a, para no llevarnos sorpresas, saber si nuestra casa ha sido marcada.
¿PARA QUÉ SIRVEN ESTAS SEÑALES Y QUÉ TIPOS DE PODEMOS ENCONTRARNOS?
Por regla general estas marcas dan información sobre, por ejemplo, si una casa tiene seguridad, si es una vivienda habitual o vacacional, el tiempo que el propietario pasa fuera de ella, si los residentes son mayores, si son familias con niños, si es fácil entrar o no, etc… Otro de los objetivos de realizar estas marcas o de colocar cualquiera de las trampas que colocan estos profesionales del robo en lugares imperceptibles, es ver si se borran o se eliminan.
En relación a las señales, dentro de la cantidad que hay, podemos encontrar dibujos como círculo y una X dentro, que marca que el propietario del inmueble no tarda en regresar, un círculo con un reloj dentro, que indica que la persona que habita en ella abre con la cadena puesta, un rombo, que identifica a una propiedad completamente vacía, el dibujo de una especie de vaso sin un lateral, que señala una vivienda fácil de robar, un número 7 u 8 dentro de un círculo, que identifica las viviendas que no están habitadas en los meses de julio y agosto, una letra X grande, que marca que la propiedad es de acceso fácil y que los habitantes están fuera, de vacaciones o una letra L mayúscula volteada, que es una señal que indica que la casa es problemática, bien porque habita mucha gente en ella o porque el contenido no es muy valioso y no merece la pena.
Aparte de las marcas dibujadas, también debemos estará atentos a pequeños trozos de papel o plástico colocados en los marcos de las puertas, trozos de lana o gomaespuma, o pequeños trocitos de plástico transparente en la parte inferior de la puerta para no captar la atención del propietario pero que a ellos les da información acerca de si el propietario está en casa, si viene a menudo o si se ha ausentado, o pequeñas bolitas de papel dentro del ojo amplio de la cerradura que caen cuando se abre la puerta con llave sabiendo así, los ladrones, si tienen vía libre para acceder a la vivienda.
Una de las más novedosas, muy común durante los meses de verano, es colocar un hilo de silicona invisible para verificar si una vivienda está vacía o no: los ladrones pegan un hilo de silicona prácticamente invisible entre la puerta y el marco de la misma para comprobar si alguien ha entrado en la vivienda recientemente. Al volver días más tarde se observa si el hilo está suelto o roto y el ladrón sabrá que la vivienda está ocupada, por lo que no entrará a robar. Pero, si el hilo está intacto después de varios días, el ladrón sabrá que nadie ha pasado por casa durante los últimos días.
No hace falta remarcar de que, en caso de encontrar alguna de estas marcas, es necesario ponerse en contacto con la policía.
¿QUÉ CRITERIOS SIGUEN LOS LADRONES PARA ELEGIR UNA CASA Y NO OTRA?
Según el Ministerio del Interior, los datos del Ministerio del Interior indican que 9 de cada 10 robos en viviendas no son planificados y la vivienda se elige teniendo en cuantos varios aspectos que la hacen buena candidata.
Suelen elegir pisos dentro de barrios de clase media, porque que son los más numerosos y pueden encontrar más mercancía para robar ya que los barrios de lujo tienen mejores medidas de seguridad y los barrios desfavorecidos la expectativa de encontrar algo valioso que robar es pequeña.
Normalmente, los ladrones procurarán entra cuando no estemos. Los días que por estadística se producen más robos son los lunes y los viernes y, pese a lo que pueda parecer, 7 de cada 10 robos se producen durante el día, aunque en fechas vacacionales como estas actúan por la tarde o por la noche. Y enero, marzo y agosto son los peores meses ya que coinciden las vacaciones de Navidad, Semana Santa y verano.
Cuando los ladrones eligen un barrio, suelen vigilar qué tipo de vecinos entran y salen de determinado edificio y qué tipo de vehículos entran y salen del parking para hacerse una idea de lo que pueden conseguir simplemente por el aspecto de los residentes. Entonces revisan las medidas de seguridad para acceder al edificio que, si no tiene portero, es sencillo, porque basta con entrar cuando sale un vecino o llamar a un piso desde el portero automático y pedir que abran así, una vez dentro, pueden revisar qué tipo de seguridad tienen los pisos: los que tienen alarma, qué tipo de alarma, qué tipo de cerraduras…
Una vez dentro, cuidado con las visitas inesperadas porque pueden buscar cualquier pretexto para echar un vistazo a la vivienda y ver si hay objetos valiosos a la vista. En estos tiempos es mejor ser desconfiado, sobre todo, si la persona que llama a tu puerta tiene la intención de entrar en tu casa por lo que exige siempre que te enseñe la acreditación correspondiente de la compañía del agua, gas, luz, telefonía, etc., y, si es necesario, llama a la misma para verificar que tienen un equipo comercial por la zona.
En el caso de viviendas unifamiliares puede que los ladrones se inclinen hacia inmuebles con balcones o terrazas accesibles desde la calle que sea susceptible de acceso al interior del domicilio colocando una escalera o saltando desde el techo de un coche y con las ventanas sin protección de rejas o cristales blindados o anti rotura.
Una casa con grandes ventanales, sin cortinas o con las cortinas abiertas permite a los ladrones ver los objetos de valor que hay dentro, los muebles, los equipos electrónicos, etc., pero también observar los hábitos y movimientos de las personas que habitan el domicilio aprovechando esa información para cometer sus robos.
Otro factor que valoran los ladrones para elegir y marcar una vivienda puede ser que en ella habiten familiares con alguna dificultad de movilidad o diversidad funcional, niños pequeños, personas de la tercera edad o, en general, aquellas personas que, en caso de que están en la vivienda a la hora del robo, no puedan defenderse o salir corriendo.
En el próximo artículo daremos algunos consejos sobre qué hacer para evitar ser objetivo de los amigos de lo ajeno, pero, lo importante es ser cautelosos y, ante cualquier señal, avisar a la policía.