Los centros comerciales han ido evolucionando con los años hasta encontrarnos hoy en día con una nueva generación, que atraen a consumidores de todas clases en buscan de interesantes ofertas, productos, servicios y ocio para toda la familia, y todo ello en un mismo espacio.
Los diferentes negocios ubicados en los centros comerciales, favorecen el circuito de consumo, ya que el que entra para la compra de determinado producto, puede acabar consumiendo en uno de los restaurantes y terminar realizando alguna que otra compra en el tiempo que reste hasta abandonar el C.C.
Hay que destacar la publicidad que el propio centro comercial hace del espacio y de la que se benefician los distintos negocios ubicados dentro del C.C., que supondrían una inversión difícilmente asumible para el pequeño comerciante y que podrá beneficiarse sin tener que destinar parte de su presupuesto a esta
Por otra parte, es importante valorar que al iniciar nuestro negocio en un C.C., estamos ligando de manera importante nuestra suerte a la suerte del propio centro, de tal manera, que no dependemos sólo de nosotros mismos, sino del conjunto de comerciantes y negocios que formen parte del centro.
Respecto a los inconvenientes de este tipo de locales, tal vez el que tenga mayor entidad, sea la falta de libertad a la hora de establecer el horario, ya que estaremos condicionados al horario del centro comercial, y en la mayoría de los casos nos veremos obligados a abrir durante una jornada de 12 horas ininterrumpida de lunes a domingo, con los gastos de personal que eso conlleva y, que lo diferencia del local a pie de calle que tendrá más autonomía y decisión a este respecto.
Otro inconveniente que podemos encontrar en este tipo de locales ubicados en C.C. es el precio, que suele ser superior al del local ubicado a pie de calle aun teniendo las mismas características y metros cuadrados, claro está, sin tener en cuenta las calles más caras de las ciudades. Además, difícil es la posibilidad de comprar en el caso de los primeros, a diferencia de locales a pie de calle que tienen un mercado más activo.
Otro aspecto a valorar respecto a la ubicación en estos centros, es, que por lo general, las marcas prefieren estar cerca de su competencia, y así aumentar la posibilidad de ventas, considerando suficiente reclamo la múltiple variedad que se establece en un mismo espacio.
Los accesos, el transporte público, y las plazas de parking con las que cuentan estas superficie, hacen que resulte sencilla la idea de acudir en cualquier momento, en contra de la dificultad de aparcamiento y el precio del mismo en las zonas comerciales del centro de las ciudades.
Por todo ello, la elección de emprender e invertir en un negocio dentro de un Centro Comercial o en un local a pie de calle, es una decisión relevante que tendrá que ser concienzudamente valorada desde todos los posibles puntos de vista para no ver frustrada nuestra inversión.