Generalmente, nuestros artículos giran alrededor del concepto físico de vivienda e inmueble. De su compra o venta, de su gestión, pero si hablamos de vivienda, también hay que asociar un concepto muy interesante como es el término “hogar”.
Y, ¿qué es el hogar? Pues según la RAE encontramos esta definición:
“hogar
Del b. lat. hisp. focaris, y este der. del lat. focus ‘hoguera’, ‘hogar’.
- m. Sitio donde se hace la lumbre en las cocinas, chimeneas, hornos de fundición, etc.
- m. Casa o domicilio.
- m. Familia, grupo de personas emparentadas que viven juntas.
- m. asilo(‖ establecimiento benéfico).
- m. Centro de ocio en el que se reúnen personas que tienen en común una actividad, unasituación personal o una procedencia.
- m. p. us. hoguera.”
Nuestro trabajo debería llevarnos a centrarnos en la definición dos y nuestros clientes englobarse en la tres, puesto que, en nuestro ámbito de actuación, es lo que el grueso de las personas piensa que hacemos: buscar un lugar donde vivan las personas. Pero, siendo esa la definición más pragmática de hogar, existe también otra más romántica que se desarrolla a partir de los sentimientos, de lo que nos evoca estar en casa.
La palabra “hogar” también es utilizada cuando queremos referirnos al lugar donde vive tu familia o donde reside la gente que te protege, que no necesariamente coexisten en el mismo lugar. Ese lugar donde acudes cuando necesitas cobijo, protección y calma, donde te sientes arropado y que además nos proporciona una sensación de seguridad y bienestar.
Como diría el escritor Pico Iyer: “El hogar esta donde uno se siente bien” y que levante la mano quien no haya pensado la frase “¡Que ganas de llegar a casa!” después de un día duro en el trabajo o cuando las cosas no han salido bien y quieres esconderte del mundo.
Esto nos confirma que, efectivamente, para la mayoría de nosotros, nuestra casa, nuestro hogar, es el lugar donde nos refugiamos del exterior, donde nos sentimos reconfortados, donde por fin podemos ser nosotros mismos y donde además sentimos una conexión emocional con lo que nos rodea y, esa conexión emocional con una vivienda, es lo que hace que la sintamos como nuestra y nos proporciona sentimientos de felicidad y confortabilidad. Y ese sentimiento es uno de los mejores y más difíciles de encontrar.
Se ha cumplido un año desde que el COVid llegó a nuestras vidas, nos dio la vuelta del revés y nos obligó a pasar muchos días dentro de las cuatro paredes de nuestras casas durante 24 horas seguidas. Salvo las personas que tenían trabajos esenciales, la gran mayoría de los españoles estuvimos casi 100 días rodeados del mismo panorama. Y esto da que pensar.
Muchas personas, que pensaban que tenían la vivienda perfecta, la han redescubierto, para bien o para mal. Algunas han reafirmado su amor por ella, pero otras han descubierto nuevas necesidades que han hecho que se planteen un cambio en su estilo de vida y su idea de “hogar” por lo que han iniciado una búsqueda para encontrar ese lugar que se adapte a lo que necesitan para volver a tener un “hogar” al que regresar todos los días después de su jornada laboral, en el que trabajar cómodamente o criar a sus hijos fuera de la ciudad disfrutando de la naturaleza. Buscando la funcionalidad, pero rodeada de esa sensación de protección y confortabilidad tan agradable que sentimos cuando pensamos en nuestra casa, nuestro refugio.
Nosotros, definitivamente, queremos quedarnos con este concepto y no simplemente con la definición práctica. Pero ¿por qué? Porque todo el mundo debería tener esa sensación cuando llega a casa: “sentir que está en su hogar”.
Desde Calibe Asesores Inmobiliarios vamos a trabajar, no solo para ayudar a nuestros clientes a encontrar un espacio físico donde guardar sus cosas, donde dormir o comer, sino también a encontrar ese lugar emocional donde poder estar “en casa”. Por eso, nuestra función es comprender a nuestros clientes e intentar encontrar aquello que mejor se adapte a sus necesidades para que puedan sentir que esa vivienda que han comprado es su “hogar” y comenzar una nueva etapa en su vida
Y, ¿tú? Cuando termina tu día, ¿tienes una casa o tienes un hogar al que volver? Déjanos formar parte de la respuesta y ayudarte a conseguir tus sueños.