Muchas veces, al leer artículos sobre temas inmobiliarios, vemos referencias a términos que, si no trabajas de lleno en este sector, no son demasiado fáciles de abarcar.
Uno de ellos, que vamos a tratar en este artículo es el mercado inmobiliario. Intentaremos explicar qué es y qué factores pueden afectarle.
¿QUÉ ES EL MERCADO INMOBILIARIO?
Cuando nos referimos a mercado inmobiliario, estamos hablando de todo tipo de acciones que se llevan a cabo con bienes de carácter inmueble: compra, venta, alquileres, etc…
Pero también podemos englobar en este concepto otras acciones como las promociones de obra nueva, las reformas y ventas de viviendas de segunda mano, las inversiones inmobiliarias o la búsqueda de financiación económica para la adquisición de bienes inmuebles o el emprendimiento de proyectos nuevos dentro del sector por parte de particulares, pero también de empresas que quieren invertir dentro del mundo inmobiliario tanto en nueva construcción como en retail.
Es importante decir que el mercado inmobiliario y todas las operaciones que le rodean, son un motor de impulso de la economía de un país. Mueve la economía e, igual que esta, puede fluctuar y verse afectado por subidas, bajadas, cambios en los precios…
¿QUÉ AFECTA AL MERCADO INMOBILIARIO?
Tras la explosión de la burbuja inmobiliaria y la caída del mercado, este sufrió un cambio, así como también lo hizo el entorno que le rodeaba.
La actividad inmobiliaria, las compras y ventas y la nueva construcción, bajó y comenzaron a efectuarse menos operaciones, lo cual, como hemos visto antes, ralentiza la economía.
Uno de los problemas que afectan al entorno del mercado inmobiliario es que los bancos tienen menos flexibilidad a la hora de conceder préstamos hipotecarios y ya no los conceden tan alegremente como en el pasado por lo que, a la hora de comprar una vivienda, es necesario tener un respaldo económico. Al menos entre un 20 y un 30% del precio total del inmueble.
La inestabilidad política actual también es uno de los factores que afectan al entorno del mercado inmobiliario. Dentro y fuera de España. La falta de seguridad en qué ocurrirá con nuestro sistema político, o quién gobernará durante los próximos cuatro años, hace que las tentativas de invertir en el sector inmobiliario se hayan frenado un poco y los bancos sean más reacios a colaborar económicamente. En el caso de Europa, el Brexit y qué ocurrirá en Reino Unido, es uno de los principales puntos de preocupación en el sector.
Otro de los factores que preocupan a los compradores es la nueva Ley Hipotecaria, cuya explicación daría para otro artículo, y su incertidumbre en algunos de sus artículos. Aunque, principalmente se creó para proteger al cliente, y se ha aplicado en tiempo record, puede que, al endurecer las ejecuciones hipotecarias por impago, las familias menos favorecidas pueden verse perjudicadas ya que las concesiones de hipotecas por parte de los bancos pueden ser más costosas y más complicadas, así como la inestabilidad que provoca el artículo sobre la posibilidad de cambio de divisa en la hipoteca concedida a ciudadanos extranjeros.
Aunque parece que hay un repunte en la subida de los precios, puesto que, si repunta la economía, repuntan los precios de la vivienda, parece que, la tendencia en próximos años va a ser a la baja y ya se ha empezado a notar una cierta desaceleración en las operaciones de venta de viviendas durante este verano.
También se prevé un aumento en la inversión económica en la construcción de nuevos activos residenciales lo que aliviaría la falta de stock que parece que hay, pero solo en términos de residencial puesto que en el sector de retail, las expectativas siguen siendo poco halagüeñas.