La nueva Ley de Vivienda, en vigor desde el 26 de mayo de 2023, modifica en su disposición final primera, el artículo 20 de la Ley de Arrendamientos Urbanos de 1994, incluyendo que: “los gastos de gestión inmobiliaria y los de formalización del contrato serán a cargo del arrendador”

Hasta la entrada en vigor de la nueva Ley de Vivienda, la práctica era que las inmobiliarias cobrásemos al futuro inquilino el importe de una mensualidad de la renta por nuestros honorarios. A partir de este momento, la ley prohíbe cobrar al inquilino por los gastos de gestión, por la formalización del contrato, y por cualquier otro cargo camuflado.

La realidad es que FACUA ha detectado que las agencias recurren a diferentes argucias y trucos para seguir cobrando a los inquilinos los gastos de gestión, aunque estas tratan de camuflar este cobro inventando nuevos conceptos tales como, “estudio de viabilidad o solvencia económica”, “asesoramiento inmobiliario”, cuestiones que realmente nadie ha pedido y que no se necesitan.

¿Pero, qué pasa si la inmobiliaria me cobra esa comisión a pesar de la ley?

  • Lo primero que tenemos que hacer es, guardar toda la documentación de los pagos realizados y las comunicaciones que hemos tenido con la agencia inmobiliaria.
  • Reclamar ante la autoridad de consumo correspondiente en cada comunidad autónoma. Esta será la que valore si ha habido infracción por parte de la inmobiliaria, y la que sancionará dependiendo de la gravedad de la infracción.
  • Pedir el reembolso a la agencia inmobiliaria.

Si no se consigue que la inmobiliaria nos reembolse, se podrá poner una denuncia ante las autoridades de consumo, solicitando una multa a la empresa por vulneración de la normativa. Si aun así, la agencia se resistiese a reembolsar al inquilino, se podrá recurrir a la vía judicial sin abogado ni procurador cuando la cuantía sea inferior a 2.000 €.

En base a la nueva ley, quedarían fuera de esta norma, todos aquellos alquileres no sujetos a la Ley de Arrendamientos Urbanos, los temporales o aquellos para uso distintos a la vivienda (locales y oficinas).