Estamos en agosto, mes de vacaciones por excelencia, donde hay un desplazamiento masivo de veraneante que eligen destinos de playa o viajan al extranjero durante unos días para disfrutar de un merecido descanso después de estos meses, precedidos por la tensión de la pandemia y la inestabilidad económica.

Algo que nos preocupa especialmente, sobre todo si vamos a pasar un periodo largo fuera de casa, es que entren en nuestra vivienda y nos roben nuestras pertenencias o, algo más grave, que ocupen nuestro hogar.

QUÉ HACER PARA QUE NO ROBEN O OCUPEN NUESTRA VIVIENDA

Sobre todo, hay que prestar especial atención a las medidas de seguridad si en la vivienda viven personas mayores, especialmente solos, o menores porque son un colectivo muy vulnerable.

Si entramos en la página web de la Guardia Civil nos detallan varias medidas que podemos tomar para evitar sustos innecesarios:.

Cuando salgamos de casa, las puertas y ventanas deben estar bien cerradas sobre todo si son de fácil acceso desde el exterior, si nos ausentamos por un largo período de tiempo, las persianas no deben estar completamente bajadas porque es un signo evidente de ausencia y si disponemos de domótica, podemos programarlas para subirlas y bajarlas a determinadas horas. Además, no deje objetos de valor en terrazas, como bicicletas de alta gama, sin un adecuado cerramiento

Cierre la puerta siempre usando la llave y no sólo con el resbalón, porque así es fácil de abrir. Uno de los robos más habituales es el robo al descuido: el inquilino de la vivienda sale un momento, tira de la puerta y no cierra con la llave, así que el ladrón con la ayuda de un compañero, que le avisa cuando ve llegar al propietario a la calle aprovecha ese momento para desvalijar la casa. Muy importante es comprobar si hay personas que no inspire confianza o que merodean por los alrededores de la vivienda, anote los datos de los vehículos y/o la descripción de dichas personas.

Si en la finca no hay un portero físico, no se debe abrir con el portero automático a desconocidos porque puede poner en peligro su seguridad y la de sus vecinos y, si alguien llama a su puerta identificándose como un comercial de alguna empresa de suministros y quiere pasar a su casa, debe acreditarse y verificarse telefónicamente. Si se niega, desconfíe.

Tampoco, por regla general, es conveniente concertar citas en la vivienda con desconocidos, especialmente si el contacto se ha establecido mediante teléfono, Internet, u otro medio que facilite el anonimato.

Instalar una puerta blindada o al menos con dos puntos de cierre, no deje huecos entre la puerta y el suelo e instale un refuerzo en la parte de las bisagras con pivotes de acero y ángulos metálicos que impidan que una palanca fuerce la entrada. En el caso de personas mayores también es importante instalar mirillas panorámicas con un ángulo de visión amplio para no llevarse sorpresas al abrir la puerta.

Es normal tener una segunda copia de las llaves de entrada a casa, pero nunca se deben dejar en lugares comunes de fácil acceso como el buzón, las macetas, la caja de contadores, etc. Lo mejor, contar con una persona de confianza a la que le dejemos una copia en caso de extravío.

En ausencias prolongadas, como las vacaciones de verano, hay que dejar un teléfono a algún familiar o vecino con el que tenga confianza para que nos localicen en caso de emergencia y podemos pedirle que recoja el correo para que no se acumule en el buzón y que, si no tenemos sistema de domótica, esté pendiente del estado de la vivienda encienda y apague alguna luz, que conecte algún aparato electrónico o suba o baje alguna persiana. En caso de ausencias más cortas, puede dejar ropa tendida si el tendedero es visible desde la calle.

No hay que señalar que es muy importante no comentar con desconocidos ninguna ausencia del domicilio ni su duración y, en esta época de apogeo de las redes sociales, no publicar nada que indique que no nos encontramos o nos encontraremos por un determinado plazo de tiempo fuera de nuestro domicilio.

Si cortamos los suministros, debemos dejar conectada la luz, porque desconectar la electricidad hace que el timbre deje de funcionar y un timbre de puerta desconectado, es un indicio de ausencia.

Como medidas de seguridad, hay que valorar la posibilidad de instalar dispositivos electrónicos de alarma conectados directamente con la policía para que puedan acudir rápidamente si ocurre una posible intrusión. Si la vivienda está fuera del casco urbano y tiene parcela, tener además un buen alumbrado exterior y un perro adiestrado son medidas útiles para evitar la entrada de ladrones en casa

No hay que dejar grandes cantidades de dinero, joyas ni objetos valiosos en el domicilio, y si los hay, no hay que guardarlos en lugares habituales – aunque, por otro lado, se puede dejar una pequeña cantidad visible de dinero o joyas, como cebo en algún cajón si no quieres que revuelvan toda la casa – se debería contratar un seguro, fotografiarlos y anotar el número de serie de los aparatos electrónicos para poder localizarlos en caso de robo.

Si nos referimos a las cerraduras, deberíamos cambiar la actual por una antibumping, más complicada de abrir, y, tanto si la vivienda es de segunda mano como si es obra nueva, o ha tenido empleados de servicio doméstico que hayan tenido acceso a ella y ya no trabajen allí, es aconsejable cambiar el bombín de la cerradura.

Si en las plazas de garaje comunitarias el cierre de la puerta se acciona por medio de un mando temporizador, es importante esperar hasta que se haya cerrado totalmente para evitar que alguna persona aproveche para entrar.

Los ladrones pueden “marcar” las casas de diferentes maneras, habitualmente con papeles o plásticos en las cerraduras que indiquen si se ha abierto la vivienda en determinado plazo de tiempo o no, y si se advierte de su presencia en las puertas o portales, o notamos ruidos no habituales en casas desocupadas, es muy importante avisar a algún Cuerpo de Seguridad competente como puede ser la Guardia Civil, en el 062, o la Policía Nacional, en el 091. En cualquier caso, si no tenemos claro los teléfonos de contacto, podemos llamar al 112 donde redirigirán nuestro aviso.

En relación a la ocupación, esta afecta particularmente a viviendas que parecen desocupadas, que incurre en un delito leve de usurpación de vivienda que comporta premeditación y elección previa del inmueble para detectar si es o no vivienda habitual porque, de serlo, supondría delito de allanamiento de morada, más grave y con desalojo inmediato. Para evitarlo, muchas de las medidas anteriormente mencionadas, también serían efectivas.