Cuando nos planteamos la búsqueda de una vivienda lo normal es que busquemos en función de una serie de requisitos o necesidades que queremos que nuestro futuro hogar cumpla. Entonces comenzamos a buscar y, la mayoría de las veces, los inmuebles que vamos encontramos en nuestro camino se ajustan a lo que queremos, pero se escapan de nuestro presupuesto y puede que sigamos buscando hasta encontrar la vivienda perfecta o puede que consideremos la opción de comprar una propiedad y reformarla a nuestro gusto. Hay varios motivos por los que pueden influir a la hora de contemplar la opción de comprar y reformar como, por ejemplo, que sea como sea, la elección dela situación de la vivienda es algo innegociable, pero en esa localización no hay mucha demanda y, la que hay, es de pisos o casa que necesitan reforma o hay demanda, pero de viviendas ya reformadas que, aparte de que `puede que no se adapten a lo que nosotros queremos, su precio se eleva por esa reforma.

Pero, ¿es tan fácil hacerlo y, sobre todo, genera un ahorro considerable en nuestro presupuesto?

VENTAJAS DE COMPRAR PARA REFORMAR

La principal corresponde a la parte económica, es posible que el precio de salida de una vivienda que tiene bastantes años de antigüedad pueda negociarse y rebajarse teniendo en cuenta el estado de conservación del mismo, del grado de reforma y de la inversión económica que hubiese que hacer.

Si tenemos en cuenta que, según los expertos, comprar una vivienda que necesita rehabilitación puede suponer un ahorro de más de 60.000€ y que invirtiendo unos 25.000€ en una buena reforma, ya tenemos un margen de ahorro bastante considerable respecto a la compra de una vivienda nueva, si nos referimos a una vivienda de unos 90 metros cuadrados.

Otra de las ventajas de realizar una buena reforma es que la vivienda se va a adaptar perfectamente a nuestras necesidades y, sobre todo, va a revalorizar el inmueble de cara a una futura venta.

DESVENTAJAS DE COMPRAR PARA REFORMAR

Pues, sobre todo, hay que tener mucho cuidado con el estado de la vivienda en la que vayamos a invertir y, al igual que cuando compramos una vivienda de segunda mano, hay que tener en cuenta factores como el estado de la estructura y las cubiertas del edificio para no darte sustos a posteriori cuando comience la reforma y para poder saber qué reforzar o dónde están los muros de carga que, por supuesto, no se podrán modificar.

Comprobar las condiciones de la instalación eléctrica o de las tuberías de gas y agua o el estado de las bajantes también es importante porque cambiarlas por materiales más actuales y que cumplan con la normativa se puede llevar gran parte de nuestro presupuesto.

Actualmente, para poder vender un inmueble es necesario tener el Certificado de Eficiencia Energética y es algo que nos puede ser muy útil a la hora de reformar una vivienda ya que, si es favorable, sabremos que nuestra vivienda es eficiente, pero, si no, nos marcará dónde debemos mejorar y qué medidas debemos adoptar para que lo sea.

QUÉ DEBO ANALIZAR A LA HORA DE PENSAR EN UNA REFORMA

Por regla general, algo muy importante que se debe hacer antes de lanzarse a comprar una vivienda para reformar es hacer una visita con un profesional o un arquitecto que te de una opinión sincera sobre la viabilidad de la reforma, su dificultad, el tiempo que llevará hacerla y cuánto nos puede costar hacerla de modo aproximado.

Lo mejor es rodearse de profesionales porque cuando se trata de temas tan complejos y que llevan asociado un gasto económico considerable, las opiniones deben ser objetivas y profesionales.

Si tenemos en cuenta los gastos asociados a la compraventa de la vivienda, y gracias a esta estimación de un profesional, sabremos cuánto podremos invertir en la reforma y si será suficiente y, por tanto, rentable el comprar el inmueble para reformarlo.

Normalmente, cuando compramos una vivienda se pueden dar dos casos, que sea nuestra primera vivienda o que sea un cambio de la misma, por lo que, sobre todo en el segundo de los casos, hay que pensar que una reforma tiene un tiempo de ejecución largo que puede alterarse y que es necesario tener un sitio donde vivir mientras tanto porque a veces no es posible hacerlo en la casa donde se están efectuando las obras.

Cuando pienses en el proyecto, aparte de contar con varios presupuestos y elegir a una sola empresa, que por supuesto ajuste el precio pero que aporte confianza por su seriedad y trayectoria, para realizar todo la reforma, hay que analizar las características de la vivienda, no solo estructuralmente, como hemos dicho antes, sino su disposición, teniendo en cuenta sus elementos constructivos como por ejemplo su orientación ya que si lo que se busca es una vivienda que no gaste en aire acondicionado en los meses de verano, habrá que elegir un inmueble con orientación norte, pero si lo que queremos en ahorrar calefacción en los meses de invierno, buscaremos una orientación sur ya que las horas de luz que tendrá serán más cuantiosas y la vivienda será más cálida.

En relación a esto, también tendremos que tener en cuenta la cantidad de ventanas que tiene la vivienda para poder diseñar nuestro hogar para que sean funcionales respecto a la cantidad de luz y calor que nos pueden aportar, pero también porque depende mucho hacia donde den. No es igual la inversión que tendremos que hacer en ventanas que se orientan a una calle tranquila que si comunican con una calle principal con mucho tránsito de coches y persona donde tendremos que invertir más económicamente en colocar un aislamiento especial.

Pero para todos los temas técnicos, de materiales, calidades y acabados, es mejor dejarse aconsejar y dejar trabajar a los profesionales.

Sobre todo, ante una reforma, tanto si es a pequeña escala como para invertir en la compra de una vivienda, lo importante es tener paciencia, asesorarse bien y ser conscientes del presupuesto que tenemos disponible.