Una de las noticias más importantes del momento y que afecta a un parte muy importante de la población, es la subida del Euribor. Después de muchos años en negativo – más de seis años ya que enero de 2016 es la última fecha en la que este indicador a doce meses estuvo en positivo – llevamos unos meses donde se está notando su subida y se prevé que lo siga haciendo.

Hay que remontarse al 23 de julio de 2012 para encontrar un nivel superior al 1% y al 11 de julio del mismo año para superar la tasa que ha marcado estos días.

PERO, ¿QUÉ ES EL EURIBOR?

A estas alturas, la mayoría de nosotros que hemos decidido comprar una casa con un crédito hipotecario, estamos muy familiarizados con este término, pero aclaremos conceptos. Euribor, en realidad, es un acrónimo ingles que corresponde a Euro Interbank Offered Rate, o lo que traducido sería Tipo Europeo de Oferta Interbancaria y, si lo trasladamos a un idioma que no solo entiendan los economistas, se refiere a la media que hacen los bancos que pertenecen a la Unión Europea y parte de la Eurozona sobre el tipo de interés que aplican cuando se prestan dinero unos a otros. Se empezó a utilizar en 1999 en el cálculo de las hipotecas, principalmente en hipotecas de interés variable. Para calcularlo se toman diferentes espacios temporales, pero el más habitual es el cálculo a 12 meses.

El Instituto Europeo de Mercados Monetarios es el encargado de calcularlo según los datos guardados por los bancos en relación a las operaciones realizadas el día anterior, mientras que la encargada de publicarlo, es la Agencia Reuters- agencia británica, no solo de noticias y comunicación especializada en el ámbito financiero, sino proveedora de información a los mercados financieros en cuestiones como los valores de los tipos de interés o los precios de acciones y de analizar los productos del mercado para que se produzca la compra venta de divisas y acciones por parte de los brokers . En España también aparece publicado en el BOE, normalmente todos los días, alrededor de las 11:00 y especificado para cada uno de sus intervalos.

El método de cálculo que se utiliza para determinar el valor se obtiene eliminando un 15% del precio más alto y más bajo, respectivamente, de los tipos de interés arrojados por los bancos y se hace una media tomando como referencia las entidades de crédito más activas entre sí, lo que no implica que el intercambio monetario haya sido efectivo, por lo que los datos no son reales.

Y, ¿por qué sube? Pues porque depende de la situación económica europea, de la buena circulación del dinero, del aumento o descenso de la prima de riesgo o de las decisiones que tome el Banco Central Europeo respecto a él. Si el dinero no circula con fluidez quiere decir que la demanda de este sube, al igual que si la prima de riesgo sube, los bancos identifican que el riesgo de prestar dinero también sube y es más arriesgado para ellos prestarlo, por lo que el interés sube.

EURIBOR E HIPOTECA: ESA RELACIÓN DE AMOR Y ODIO

Una de las preguntas que nos hacemos cuando vamos a comprar una vivienda y queremos contratar un préstamo hipotecario es que por qué se toma como referencia este variable para el cálculo de préstamos, tanto hipotecarios con interés variable como personales, y la respuesta es, según los financieros, porque es el tipo de interés que, en teoría, es más estable y fluctúa menos que los otros valores referenciales.

Pero también va a depender de qué tipo de hipoteca elijamos ya que hay varios tipos: variable, mixta y de tipo fijo.

La hipoteca variable es la más demandada por los compradores. En este tipo de hipoteca sí se aplica este tipo de interés, más un tipo de interés fijo estipulado por el banco y se acuerdan los periodos de revisión, que normalmente pueden ser cada seis o cada doce meses.

Si pensamos en una hipoteca de tipo mixto, vamos a tener una hipoteca a tipo fijo durante los primeros años de vigencia del préstamo pero que luego se transforma en variable, aplicando un interés fijo más en Euribor.

La única hipoteca que no depende del Euribor para calcularse es el préstamo hipotecario de tipo fijo porque, desde el comienzo del préstamo, se calcula un porcentaje de interés estable que se mantendrá durante todo el periodo con una cuota fija.

Y, si decíamos antes que el préstamo hipotecario a interés variable era el preferido de los españoles que invertían en la compra de su vivienda, desde primeros de año, la contratación de hipotecas a tipo fijo se ha disparado: según la última publicación del Instituto Nacional de Estadística, desde principios de este año, más de un 70% de hipotecas se contrataros a tipo fijo.

¿QUÉ NOS ESPERA Y CÓMO CAMBIA EL PANORAMA HIPOTECARIO ESTA SUBIDA?

Pues todo parece indicar que la tendencia alcista de este indicador va a seguir subiendo ya que, si siguen las previsiones va a cerrar junio en un 1%, la tasa más alta que se ha dado en 10 años. Si tomamos como referencia junio del año pasado, cuando reflejaba un dato de -0,484€, veremos que la progresión ha aumentado en casi un 160%.

Todo ello debido a la subida de la inflación y al conflicto armado que enfrenta a Ucrania y a Rusia, provocando una crisis energética y, por tanto, económica.

Si nos guiamos por los datos reflejados por el INE, en abril se inscribieron en los Registros de la Propiedad, cambios en las condiciones de 13.034 contratos hipotecarios, de las que 10.803 fueron cambios en las condiciones pactadas posteriores a la firma y el resto, subrogaciones, bien por cambios de titular del bien hipotecado o por cambio del préstamo a otra entidad bancaria, pero casi un 25% de ese resto correspondería a cambios en los tipos de interés para pasar de variable a fijo, la mayor parte con el euríbor como referencia, lo que ha provocado un sensible aumento de las hipotecas a plazo fijo.

Por lo que, debido a esta casuística, los bancos están endureciendo las condiciones de estas últimas y mejorando las de las hipotecas a tipo variable para hacer frente a esta situación. Si bien con la crecida del Euribor, los compradores han visto la hipoteca a plazo fijo como su tabla de salvación, no todo el mundo puede optar a este tipo de producto y va a depender mucho de su perfil económico y de cómo afronte desde ese ámbito el probable encarecimiento de la vida debido a la inflación. En este tipo préstamo hipotecario, los intereses se mantendrán bajos si se ha contratado cuando ya estaban así porque los bancos fomentaban este tipo de hipoteca a buenos intereses para cubrir sus márgenes, pero, ahora mismo, plantearse cambiar de una hipoteca variable a una fija no es la mejor opción porque, con la evolución del Euribor a valores positivos, encontrar una hipoteca a tipo fijo con buenas condiciones, es muy difícil.

Así que, en vista de cómo está evolucionando el Euribor, si en nuestro caso tenemos financiada nuestra vivienda con un préstamo hipotecario a interés variable, y es un préstamo medio de 150.000€ para amortizar en un plazo de veinte años, debemos estar preparados para hacer frente a un aumento anual de hasta 2.000 euros.