Hoy en día, la conciencia con respecto al cuidado y respeto a los animales ha cambiado considerablemente, ello queda demostrado en la elaboración de la Ley de Bienestar Animal aprobada el año pasado. La mascotas son uno más en la familia y son tenidas en cuenta a la hora de tomar decisiones de todo tipo, por lo que el hecho de que un propietario pueda prohibir en el contrato de arrendamiento la tenencia de un animal, supone una barrera para los inquilinos que comparten la vida con un peludo. Si buscamos un alquiler y tenemos un perro o gato, habrá que preguntar o comprobar si existe esta clausula en el contrato prohibiendo la tenencia de mascotas en el piso que vayamos a alquilar.

Pero, ¿dice la Ley de Arrendamientos Urbanos algo sobre las mascotas?

La LAU no dice nada a este respecto, y por tanto, las condiciones que estipulen las partes en el contrato serán las que tengan validez, siempre que no sean abusivas. El propietario podrá incluir una clausula donde prohíba la tenencia de mascotas y el inquilino estará obligado a respetarlo, de tal manera, que si miente o adquiere una animal posteriormente a la firma del contrato, estará incumpliendo el contrato y el propietario estará en su derecho de rescindirlo, a no ser que a posteriori dé el visto bueno y lo refleje en el contrato original.

En un contrato de alquiler es posible prohibir ciertas cosas además de la tenencia de mascotas. El propietario puede prohibir fumar en la vivienda, puede prohibir pintar o realizar obras, puede prohibir o limitar el uso de las zonas comunes como pueden ser la piscina o zonas deportivas si existieran. Lo que tiene que quedar claro, es que toda prohibición o limitación debe venir reflejada en el contrato y debe ser advertida y aceptada por el inquilino para no llevarse luego sorpresas.

La realidad es que en España existen mas de 13 millones de mascotas registradas y sólo el 4% de las viviendas en nuestro país aceptan expresamente a familias con perros y gatos, quizás, como dijo Mahatma Gandhi,» la grandeza y el progreso moral de una Nación se mide por la forma en que trata a sus animales», por lo que tendremos que pensar que hay que dar un paso hacia delante en el aspecto que nos ocupa e ir siendo más permisivos como propietarios arrendadores.